El bochorno mueve la sangre como la primavera, que el cuerpo altera. Cuando hay bochorno, como en primavera, al género humano le da por amarse, matar, matarse desaforadamente, así como crear melodías ardientes, relatos fuertes de amor, odio o ternura infinita. No hay término medio.
También fantasea con el espacio, las galaxias y todo el universo entero, conquistarlo,destrozarlo,explotarlo como a su hogar la tierra y suma y sigue. Hasta que vuelve a la tierra y ve que la Amazonía esta muerta y también el resto y se muere solo de pena de ser persona y no poder reproducirse porque no es hombre y mujer. Y la tierra sola, más sola que la una, comienza de nuevo.
El aglutinador de todo esto puede ser el jazz con Every Times We Say Goodbye. Escúchalo y v verás. Cada minuto, cada día decimos adiós.