Existe un rasgo que diferencia a las empresas punteras de las empresas de toda la vida : la capacidad de innovar, de ir más allá. Estos innovadores han de dar ejemplo y tener visión en cuestiones medioambientales.
Esta innovación ha de llevarse a cabo con acciones sencillas pero diferenciadoras, donde la clave estaría en iniciativas empresariales sostenibles y potentes. La innovación debería formar parte de nuestra cultura y de nuestra forma de pensar, ya que innovar es crear.