Acabamos de perder a nuestra querida madre Loren Chasco Fernández, a los 93 años, nacida en Viana, habiendo tenido una vida plena en todos los sentidos y como ella quería… estar en su casa.

Tenía muchas virtudes, pero quiero destacar tres: Vitalidad-ganas de vivir. Felicidad-alegría. Talento por el cante. Le tocó vivir desde la República, Guerra Civil, Segunda República, Dictadura, Transición y Democracia del 78, Olimpiadas del 92, los 5 tours de Induráin, e incluso una pandemia.

Los libros de Historia Contemporánea se quedarían cortos con todo lo que le tocó vivir, y lo más importante: ver nacer a sus hijos, nietos y bisnietos, nos dejas un gran legado. Cantó en su querida coral Oskia de San Juan hasta los 85 años, fue muy feliz. En ese cielo tan grande y merecido te han puesto un coro precioso a lado de tus seres queridos. Allí podrás cantarles aquella jota que siempre estabas dispuesta a entonar: ¡Que te quiero, mi vida, te quiero! Allí donde estés, espéranos. 

Gracias infinitas al Servicio Navarro de Salud/Osasunbidea. Desde aquí quiero dar las gracias de corazón a todos los profesionales que componen nuestro sistema sanitario, en primer lugar al Centro de Salud de San Juan, a la doctora Maite Maquirriain, a la enfermera Mari Ángeles, a los administrativos, y a todos los profesionales que le atendieron. A la geriatra, Dra. María Montoya, al 112, al Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Navarra, a todos los médicos, enfermeras, auxiliares, personal de limpieza, de ambulancias, quisiera no dejarme a nadie, que atendieron a nuestra madre, y que con su profesionalidad, calidad humana, sensibilidad y atenciones, hicieron que los últimos días fueran más llevaderos para todos, dentro del drama de perder a una madre. Y con la ayuda de todos conseguimos el objetivo propuesto: que no sufriera y que tuviera una muerte dulce.

Me siento orgulloso de pertenecer al Servicio Navarro de Salud/Osasunbidea y de todos los profesionales que lo componen. Estamos en buenas manos. Mil gracias a todos.