Este bribón y sus secuaces componen una mafia con más poder que un ministro. Ha sido sometido a un juicio grotesco. Nuestra judicatura debería leer El libro de los jueces y reflexionar. Porque el desarrollo del juicio y la sentencia no afecta sólo al ámbito deportivo, compuesto de mafiosos que creen tener a los jueces a su servicio. Que la sentencia impuestas se limite a una simple multa por agresión sexual, pero le absuelve del delito de coacciones a una futbolista a la que públicamente besa en la boca sin su consentimiento ante las cámaras de televisión.

Además de maniobrar para que declare la futbolista que fue consentido, por tanto, coaccionando a quien está a las órdenes de su superior. Teniendo en cuenta estas circunstancias, que a pesar de la gravedad de los hechos, aunque se quiera dar sensación de algo trivial fruto de la euforia del triunfo deportivo, el asunto constituye un caso más del escándalo de una sentencia judicial que muestra el machismo de algunos jueces que buscan protagonismo a costa de la justicia del pueblo, alardeando de la prepotencia de quienes manejan las masas para alimentar su ego.

Si este caso fuera la excepción, habría que evitar generalizar, pero es que el historial de la judicatura española en especial desde el amotinamiento del CGPJ enfrentándose a los otros poderes del Estado ha creado una animadversión hacia la justicia cuya solución va a requerir medidas para frenar el descontrol de la élite judicial. Estos son los lodos que vienen de ls polvos de la Transición penetrando en los cimientos del Estado profundo. Que permanece intacto.