Hace dos años, en el IES Sierra de Leyre de Sangüesa, dentro de la asignatura de gestión del patrimonio, realizamos un proyecto sobre la iglesia de San Salvador.

En aquel momento el edificio se encontraba en ruinas y nuestro trabajo pretendía poner en valor su historia y la necesidad de su conservación. Me llena de orgullo ver que ese proyecto tuvo un impacto real.

Actualmente se está restaurando la iglesia con una inversión de 1,5 millones de euros. Que de alguna manera hayamos contribuido a que ese patrimonio recupere el reconocimiento que merece me hace sentir muy agradecida.

Sin embargo, creo firmemente que todavía falta la segunda parte de este esfuerzo: una vez restaurada la parte exterior, se debería continuar con su interior, ya que no debería quedar como un espacio vacío de uso solamente religioso, sino que podría convertirse en un lugar vivo útil y abierto al pueblo.

Sería maravilloso que se transformara en un espacio cultural, social o juvenil, donde se hiciesen actividades que la vinculen con Sangüesa.

Ojalá que este proyecto, que salió de la educación y el amor por nuestro pueblo y su patrimonio, tenga ahora continuidad en la participación ciudadana y el uso común del espacio.