La consultora y agencia de colocación Adecco hizo público el lunes un estudio en el que destaca cómo "desde que se inició la crisis, hace cuatro años, 9.600 amas de casa navarras han cambiado las tareas domésticas por la búsqueda activa de trabajo, 6.700 de ellas en 2011". Yo más bien diría que 9.600 mujeres han optado por intentar sumar un trabajo remunerado a todo lo que tendrán seguir haciendo dentro de casa. Nada de cambio de tareas, sino aumento de ellas.

En estos tiempos de crisis muchas mujeres buscan un empleo, un minijob, un contratillo o lo que sea. En Navarra son 32.000 las mujeres que trabajan a tiempo parcial frente a 5.600 hombres. La mayoría se tiene que conformar con esto porque no encuentra otra cosa. De hecho, según muestra este estudio, son solo unas y unos pocos los que así lo han elegido para poder conciliar la vida familiar y la laboral: el 23% de las mujeres y solo el 1,1% de los hombres. A la vista de estos datos vemos claramente que no estamos avanzando mucho en temas de igualdad. Si a esto le sumamos las denuncias de los sindicatos que una y otra vez comprueban que hombres y mujeres no cobramos lo mismo, se nos cae el alma a los pies. Esto es una verdad que no gusta reconocer y que se camufla aplicando sueldos base iguales a unos y otras, pero añadiendo complementos, dietas y horas extra a muchas nóminas, generalmente, masculinas. Claro ellos tienen más tiempo y disponibilidad para trabajar porque las cuestiones de intendencia doméstica ya las atienden las señoras.

Es triste, pero seguro que al oir esta noticia de las amas de casa "que buscan trabajo" seguro qué más de uno ha pensado eso de "ya se les acabado lo bueno". Esto es tan deleznable como decir que los que están en paro no trabajan porque no quieren, que los funcionarios son unos vagos o que los extranjeros son todos unos maltrabajas. Topicazos hirientes sobre los que pensar en este día de la mujer trabadora.