El mocete lleva años yendo y viniendo en autobús Pamplona-Donosti/Donosti-Pamplona y lo que le queda. Recuerda nostálgico que cuando empezaron sus trasiegos, el billete no llegaba a los cinco euros y ahora se acerca a los ocho. En su ajustada economía de estudiante, donde se contabiliza cada ingrediente para la sopa, (en su piso se elabora y consume con frecuencia la llamada sopa de supervivencia, un caldurri nocturno escasamente vitamínico pero caliente) el transporte es una partida importante.

Para aliviar las cargas de este colectivo cargado de futuro, el Gobierno de Navarra creó el Carnet de Transporte Joven, cuya posesión supone un descuento del 20% en la tarifa habitual para todos aquellos trayectos que incluyan en su trazado la Comunidad Foral. Esta rebaja se suma a otras aplicables por otros conceptos como la prevista para las familias numerosas, por ejemplo.

Pues bien, si el chaval compra los billetes en la taquilla, práctica cada vez menos frecuente, puede beneficiarse de su carnet, cosa que no sucede si lo hace on line, porque la página de la compañía de transporte no da la opción.

Contrariado y como sujeto consciente de sus derechos, se interesa por la cuestión llamando al teléfono facilitado por la compañía, un 902, y no obtiene respuesta clara, pero le queda el consuelo de haber hecho su aportación a la bonanza de las empresas telefónicas e insuflar confianza a los mercados. En posterior consulta al Departamento de Transporte, el hombre no ceja en la búsqueda de respuestas y este tesón le honra, obtiene una explicación: el gobierno no ha implantado la aplicación que posibilitaría el descuento en la compra on line ni hay previsión de hacerlo en un corto plazo.

Así me lo cuenta y así se lo cuento yo para empezar el curso.