A UPN, como es lógico, le ha sentado como una patada que un ente que no sean ellos vaya a lograr devolver a Navarra las competencias de Tráfico, una reivindicación que ellos mismos han perseguido -o dicen que han perseguido- durante mucho tiempo. Si la llega a lograr UPN, es un éxito indudable. Si la logra -como parece- el cuatripartito, es un paso más en la expulsión de la Guardia Civil, la autodeterminación, el advenimiento del maligno y la aniquilación de la vida inteligente en el planeta Tierra. Nada nuevo. Lo curioso es que ahora digan que “aquellos guardias civiles de Tráfico que lo deseen se puedan incorporar a la Policía Foral”. Esto no lo habían planteado cuando ellos pedían la transferencia, pero ahora lo piden. Es curioso que si creían que esto lo debía llevar la Foral no pidieran en su tiempo que cualquier foral que quisiera se incorporara a la Guardia Civil de Tráfico, ¿no? No lo hicieron. Yo, personalmente, no tengo nada contra que personas que llevan mucho tiempo aquí haciendo un trabajo lo sigan haciendo. Pero siempre y cuando se saquen la plaza de foral. La plaza de foral, la que permitiría ser policía foral de Tráfico, tiene unos obstáculos que salvar y unos conocimientos y unas cualidades que plasmar, así que todo aquel que tenga que desarrollar una labor dentro de eso tiene que tener las mismas obligaciones. Es muy sencillo de entender, porque si no estás defendiendo que personas que no han pasado determinadas validaciones tengan ventaja sobre personas que podrían optar a los mismos puestos y que sí han tenido que pasar por esas validaciones o sobre otras personas -nacidos aquí o en Plasencia- que tendrían que pasar por ellas si salen ofertas públicas de empleo para cubrir esos puestos. Das ventaja a ciertas personas sobre otras, así de sencillo. Pero, bueno, no es de sorprender, de esto sabe mucho UPN, es parte de su ADN.