No hace tanto tiempo desde que gobernara Navarra Uxue Barkos, imagino que lo recuerdan, aunque en esta vida postmoderna hasta lo de la semana pasada nos parezca ya cosa de la antigüedad. En esos cuatro años que a la derecha real y mediática se le hicieron eternos no pasó apenas un solo día sin que o los unos o los otros o a la vez lanzaran la letanía Barkos es la que preside pero quien gobierna en la sombra es Araiz y Bildu. Es una boutade sencilla de comprender: si la realidad no es tan repulsiva o rechazable como a ti te gusta hacer creer que es invéntate algo que tú creas que sí lo sea, al menos para tus votantes y quienes desde fuera pueden presionar para derribar la nueva situación. Obviamente, en el pack de semejante estupidez va el hecho de calificar como marionetas a las personas -Barkos la primera- que integran el gobierno, a los partidos que integraron el acuerdo programático y a los miles de votantes. Todos, del primero al último, marionetas de Araiz y poco más que chimpancés. Imagino que Barkos le mandaría a Araiz parte de sueldo. Qué menos. Ahora, cuando gobierna Chivite, Esparza (Navarra Suma) utiliza de nuevo el comodín y nos dice que preside Chivite pero gobierna Barkos, que se ve que como en los últimos años no gobernó porque gobernaba Araiz pues ahora le apetece. Supongo, ya digo, que ahora será Chivite la que le mandé a Barkos parte del sueldo y que dentro de otros cuatro años si preside alguien que no sea Chivite será ella la que gobernará en la sombra. Es un argumento muy típico también de la derecha, el de convertir en meros pasmarotes de otros a quienes no comulgan con lo suyo y les dejan en el banquillo del poder. Huelga decir que es una falta de respeto permanente, claro, un insulto de alta intensidad pese a que se diga con palabras aceptadas internacionalmente, que esta gente es muy faltona pero muy educada.