e cumplen tres semanas desde que los niños se incorporaron a los colegios y seguimos sin saber qué nivel de contagio escolar hay desde los 3 años hasta los 11, que es la edad en la que se está mandando a casa a los alumnos cuando alguien de su clase da positivo. Hasta ayer, se había confinado durante 10 días a 4.000 niños y niñas -el 6,5% del alumnado de Infantil y Primaria-, de los que más o menos la mitad ya están de vuelta -hasta que otro u otra de su clase dé positivo y vuelta a la nevera-. A priori, a todas esas criaturas se les iba a hacer o se les está haciendo una PCR para ver si se habían contagiado en clase, pero aún no se han facilitado datos de si este proceso se está cumpliendo y, si es así, cuántos han dado positivo y se podría sospechar que ha sido por contacto estrecho con el positivo de su clase que les obligó a confinarse a todos. Si este procedimiento no se hace y esos datos no se cuantifican privada y públicamente nunca se podrá llegar a saber si las pautas que con tanto esfuerzo siguen centros, profesores y alumnos están sirviendo para detener la transmisión dentro de los colegios o no y tampoco sabremos si mandarlos a casa tiene sentido o no. El último informe de epidemiología de Navarra -14 a 20 de septiembre- habla de 80 positivos en niños de menos de 5 años y de ellos 9 casos en el ámbito escolar -un 12%, esto ignoro cómo se sabe, si un niño se mueve en varios ambientes€- y de 300 positivos de niños de 0 a 15 años, con un 8% -24 casos- supuestamente contagiados en el ámbito escolar. Pero esto son cifras que no se relacionan con este estudio que debería hacerse: si Andoni, de 7 años y que usa mascarilla todo el día en clase, da positivo y mandan a casa a sus 24 compas, hay que hacer PCR a sus 24 compas y así con todas las aulas confinadas y sacar cifras de ahí. Si te meten en la nevera, al menos que sepas por qué, más allá de la precaución.