leva ya varios días el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, desatado en Twitter colgando noticias o datos de la situación de Navarra en cuanto a la incidencia de la pandemia, los descensos, la menor ocupación hospitalaria actual de España en relación a la población, etc, etc. Tiene razón en los datos, que están ahí. Pero no podemos a estas alturas hacernos trampas al solitario. Los que han tenido una 3ª ola muy fuerte normalmente fue porque tuvieron menores la 1ª y la 2ª. Navarra tuvo una primera muy fuerte y una segunda enorme también, así que al final más o menos en cada sitio se va compensando. Si cojo los datos de toda la pandemia, Navarra es la 6ª con más casos detectados por cada 100.000 habitantes (7.737), la 6ª con más hospitalizados por 100.000 (774), la 6ª con más ingresados en UCI por 100.000 (66) y la 6ª con más fallecimientos oficiales por 100.000 (164). En todos los indicadores estamos ahí arriba con las dos Castillas, Madrid, Aragón y La Rioja, lejos de estas cinco primeras y más cerca de otras que vienen por detrás como País Vasco, Cataluña. Asturias, Comunidad Valenciana, pero bien arriba, así que mucha boina al aire no podemos lanzar -no digo que Remírez lo haga, solo que si no tenía sentido comparar comunidades o mentar esos rankings en marzo o abril o noviembre no le veo sentido a hacerlo ahora-. Y menos si tenemos en cuenta que desde mediados de octubre -hace ya cuatro meses, aunque parezca medio siglo- llevamos tres cuartas partes con la hostelería cerrada salvo terrazas y otras muchas restricciones importantes, posiblemente necesarias bastantes pero importantes. Por tanto, está bien sacar algo de pecho de que esta 3ª ola se está controlando bien -imagino que entre todos-, pero es que si nos cogen en pelotas las tres hubiese sido para colgarnos. Ahora a ver si sigue y ganamos libertades, que falta nos hace.