eí de refilón algo de que igual sería bueno volver a usar la mascarilla en exteriores. No sé si lo comentó el Director General de Salud -que tiene todo mi respeto, como la inmensa mayoría de gestores sanitarios que se están comiendo este pastel- o quien, pero lo leí. Se me pusieron los pelos de punta. Sí, sé que están subiendo los casos y sé que estamos en plena sexta ola, aunque por ahora lejos de los niveles de hospitalización de las anteriores y en cifras punteras a nivel nacional pero ni mucho menos desbocadas. Navarra tiene una incidencia acumulada a 14 días que multiplica por 2,88 la media nacional, pero su índice de hospitalizados por 100.000 habitantes multiplica por 1,38 la media española y en UCI por 1,30. Esto es: afloran muchísimos más casos que en otras regiones, pero esto no se ve reflejado a ese nivel ni en hospitales ni en las UCI. Por supuesto, no estamos con 22 personas ingresadas como hace mes y pico, sino con 90, y por supuesto esa situación no es positiva, pero si no va a haber restricciones para los ámbitos de la sociedad en los que más contagios está demostrado que se inician no veo el motivo por el cual los ciudadanos vayamos a tener que volver a usar de manera obligatoria la mascarilla. Si, efectivamente, como sociedad hay que volver a hacer esfuerzos limitantes, se harán, pero que tengan sentido y que no se dejen llevar únicamente por el binomio prevención-resultado mínimo. Hay libertad casi total en asuntos de ocio y demás, mientras que en otros campos -educación, confinamientos de niños, etc- sigue existiendo una vuelta de tuerca que no sufrimos los adultos. Volver a la mascarilla en exteriores sin nada más sería un claro síntoma de que no se quiere coger el toro por los cuernos ni pisar ya ningún callo. Y no lo critico, pero no sería de recibo con estas cifras de ingresos sufrir de nuevo restricciones casi de cara a la galería.