hora que recuerdo de los tres partidos que conforman Navarra Suma los tres han tenido pollos internos en los últimos tiempos. En Ciudadanos, la senadora Ruth Goñi se dio de baja en el partido pero aún ostenta su sillón, mientras que su secretario general, Carlos Pérez Nievas, no sufre lo más mínimo: "donde mejor está Goñi es fuera de Ciudadanos, no es ninguna pérdida". En UPN, ya sabemos, dos de sus principales arietes le hicieron la cobra al secretario general y a la espera de qué dice el Comité de Garantías sobre la sanción a Sayas y Adanero, continúan con sus actas de diputados y Esparza con las vergüenzas al aire. Y en el PPN, varios de sus cargos electos -el parlamentario José Suárez o la concejala en Pamplona Carmen Alba, por ejemplo- parecen estar lejos de la órbita de Pablo Casado, en la que sí está la líder regional de su partido, la ínclita Ana Beltrán, aunque aquí todavía no haya llegado del todo la sangre a ese cauce puesto que el pollo madrileño es aún muy reciente y no vaya a ser que el que se mueva mucho no salga en la foto. Un hat-trick, vamos. Navarra Suma fue un artefacto de la derecha que se sacaron de la chistera visto el paulatino descenso de UPN cita tras cita y las serias opciones tanto de Ciudadanos como de PPN de no llegar al 3% y quedarse sin parlamentarios y por tanto tirar miles de votos a la basura. No les salió del todo mal, puesto que no hay que olvidar que en 2019 sumaron más porcentaje de voto que los tres partidos por separado en 2015 y que sus 20 escaños ahí están. No son los 24 o 23 que tenían en citas previas, pero son muestra del potente músculo que aún tenía la derecha navarra en 2019, antes de ayer a efectos electorales. ¿Qué va a ser de esta entente tras estas hondonadas de hostias, que diría el gran Pazos de Airbag? Servidor no tiene ni idea, pero como somos el asombro del mundo que dijo Chespir les veo capaces de continuar.