espués de que se confirmara su expulsión durante dos años y medio del partido que les ha proporcionado cargos -e ingresos- oficiales durante casi 30 y 20 años respectivamente, los diputados Carlos García Adanero y Sergio Sayas, que mantienen el acta en Madrid a pesar de que la lograron bajo las siglas de esa UPN que les ha expulsado por querer votar en contra de las directrices del partido en el Congreso de los Diputados y además mentir en la intención de ese voto, presentaron ayer una plataforma con 631 avales. La plataforma, que de facto suena a los pasos previos para constituir un partido político y por tanto a una escisión en UPN -la segunda, puesto que ya en 1995 de UPN nació el CDN-, pretende lograr que “Navarra tenga una alternativa fuerte y creíble y con ganas de derrocar a este gobierno y no con ganas de ser muleta de este gobierno”, en referencia tanto al gobierno de Pedro Sánchez como al de María Chivite en Carlos III. Bueno, digamos que la cosa se anima en la derecha foral tras unos años de completa mansedumbre y parálisis ante la pérdida del poder en Navarra en 2015 y la incapacidad de atraerse al PSN en 2019 para formar gobierno conjunto o apoyados unos en otros como otras muchas veces con anterioridad. Sayas y Adanero, que presentaron la iniciativa en la manoseada estatua de los Fueros -que asiste a tonterías de unos y otros impertérrita-, aseguraron que están abiertos a que la iniciativa acoja a toda clase de personas del espectro de la derecha navarra o de cualquier signo que camine en la todavía no del todo explicada dirección que quieran darle a su iniciativa, un golpe en la mesa que coincide en el tiempo con el abrazo del PP y VOX en Castilla y la no explicada postura de UPN a seguir compartiendo coalición -Navarra Suma- con un partido -PP- que se alía con la extrema derecha racista, machista y retrógrada. Tiempos interesantes.