Yo no creo mucho en profecías, pero el caso de la persona que se jugó 7.200 euros al número 00750 en la pasada lotería de Navidad por una corazonada y ganó 18 millones me parece curioso. Es como lo de las premoniciones para el año que va a comenzar. Según Baba Vanga, la Nostradamus de los Balcanes que predijo el ataque a las Torres Gemelas, este año Donald Trump sufrirá un tumor cerebral que lo dejará sordo y que incluso podría matarlo. Sobre Putin apuntó que sufrirá un intento de asesinato, que un ejército de extremistas musulmanes invadirá Europa usando armas químicas y que además un meteorito gigante podría impactar contra Rusia. Baba Vanga murió en 1996, pero sus pronósticos se extienden hasta 5079. Algo parecido pasa con Nostradamus, el médico francés del siglo XVI que dejó predicciones hasta el año 3979. Para 2020 sus escritos advierten de un gran cambio en la Corona del Reino Unido, de la muerte de un líder mundial muy importante en América, de una guerra entre dos grandes potencias y la existencia de fenómenos naturales fuera de control.

Yo también me voy a animar a hacer mis predicciones para este año. Preveo, por ejemplo, que el viernes 4 de diciembre muy, muy poca gente va a trabajar en Pamplona. Para el 19 de agosto entreveo una gran culebra de colores que se desplaza desde Pamplona y repta por las cuestas de Urbasa y San Miguel de Aralar jaleada por mucha gente en los bordes de la carretera. También veo a Nerea Pena en las Olimpiadas, a Iker Vicente con la sexta txapela de mejor aizkolari de Navarra y en política presiento una interesante pelea de gallos entre Esparza y Sergio Sayas y que en la relación entre Enrique Maya y Maite Esporrín va a haber mucha pasión, pero no amorosa precisamente. Yo creo que acierto seguro.