el diputado Sayas volvía al escaño. Desde la tribuna había encendido el entusiasmo de sus socios de coalición electoral, PP y Cs. Al pasar junto al líder de Vox -grupo igualmente excitado por el parlamento del navarro-, Abascal le dio una palmada en la espalda. Foto de cartel para las próximas generales o para competir con Esparza en el congreso de UPN. Al desabrido chaval le sobra vehemencia y le falta memoria o información. Calificó de "insulto a Navarra" el pacto firmado con el PNV ("Hágalo con los elegidos en Navarra"). El PNV forma parte de Geroa Bai, que está en el Ejecutivo foral por acuerdo tras elecciones. En 1983, UPN ofreció la Alcaldía de Pamplona al único concejal del PNV. Objetivo: impedir la reelección del socialista Balduz. Sayas contrapuso al estilo de Sánchez la forma de hacer política de UPN: "Honradez y franqueza". En 2008, UPN provocó y asumió la ruptura del pacto de fusión suscrito con el PP en 1991. Se negó a apoyar en el Congreso el rechazo del PP al proyecto de Presupuestos del PSOE. El año anterior, el agostazo del PSN -forzado desde Ferraz- entregó in extremis el Gobierno de Navarra a UPN tras acuerdo de cambio gestado por la oposición. ¿Casualidad o causalidad? Por cierto, la abstención parlamentaria de HB en 1991 permitió a UPN el acceso al gobierno como lista más votada, sistema ya suprimido en Navarra. UPN se ha convertido en un producto de transacción en el mercadillo de la política nacional. Como lo fue en dos mandatos de Aznar. El presidente español pidió a UPN que sus diputados contribuyeran a la constitución de Coalición Canaria como grupo parlamentario. Del Burgo y Pérez Lapazarán (1996 y 2000) y Eva Gorri (2000) se metieron sumisos en la jaula de los canarios. Ahora, UPN se ofreció y fue ofrecido como aportación a la investidura de Pedro Sánchez a cambio de que el PSOE se separara de EH-Bildu y Geroa Bai, con cambio de signo en el Gobierno de Navarra. No hay saya que tape tanto descaro.