i hay un partido que ha pedido que se investigue la tortura, es el PSOE" (Idoia Mendia, secretaria general PSE). Como monólogo, humor negro. En política, cinismo. Reconforta a la vicelehendakari que "el Estado español está por debajo de la media" en condenas a países por no investigar suficientemente denuncias de torturas (Tribunal Europeo de Derechos Humanos). La Junta de Portavoces del Parlamento Foral cumplimentó la unanimidad requerida para que prosperase una declaración institucional con la exigencia de que "se investigue a fondo" la verdad de lo ocurrido en la muerte de Mikel Zabalza, negada a la familia durante más de tres décadas. El difundido audio complicaba oponerse. Hubieron de pasar treinta años y el acceso al Gobierno foral de un Ejecutivo alternativo a la derecha y sin influencia socialista (2015) para que las instituciones navarras participaran en un acto conmemorativo. El PSN careció de representación. Como UPN y el PPN. Dos años más tarde, el claustro isabelino del INAP acogió un homenaje a familiares de víctimas de actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos. UPN y PPN, ausentes. El PSN se mantuvo sentado en el aplauso final. La entonces portavoz parlamentaria del PPN, Ana Beltrán, ahora miembro de la Ejecutiva nacional, proclamó que el caso Zabalza "no entra en absoluto" en la violencia de funcionarios policiales. ¿Alguien ha oído sus disculpas estos días? Le precedió en el tiempo su correligionaria Carmen Alba, delegada del Gobierno en Navarra, ahora concejala en Pamplona. Requirió al Ayuntamiento de Aoiz la eliminación de un mural con la efigie de Mikel junto a la palabra "tortura". Constitutivo de un delito de enaltecimiento del terrorismo, advirtió al municipio. Matizó después que "en ningún momento acusó a Zabalza de pertenencia a ETA". En su apoyo al texto parlamentario, Navarra Suma sacó el comodín de ETA. Como si votara a favor con resignación.