ómo está el mundo de jodido, que nos hemos tenido que alegrar que una persona con las pintas y el historial político y personal de Joe Biden se convierta mañana en presidente de los Estados Unidos. Tenía muy bajo el listón. Visto lo que hemos visto en estos últimos 4 años, cualquiera, hasta Biden -un genuino representante del establishment político y económico de su nación-, es mejor opción que Trump. El país hasta ahora más poderoso del mundo está pasando por la mayor crisis de su historia desde la Guerra de Secesión. Una crisis que ha puesto en evidencia muchos de los problemas estructurales que arrastra desde prácticamente su nacimiento como nación. Acabar con el racismo, las profundas desigualdades sociales y un entramado institucional anquilosado y esperpéntico debería ser una de las prioridades del nuevo inquilino de la Casa Blanca. Otra, desarmar física e ideológicamente el trumpismo, si no quiere que su país acabe siendo devorado por él. Dudo bastante de que Biden sea la persona idónea para hacer frente a esa inmensa tarea. Supongo que en los USA mucha gente estará ya poniendo velas para que Kamala Harris lo sustituya cuanto antes. Ser negra y mujer no asegura nada, pero, a priori, ayuda bastante. Lo dice gente que vive ahí: los 4 años de Trump si han servido para algo es para que un número no pequeño de estadounidenses se hayan dado cuenta de en qué mierda de país viven. Una mierda de país que, sin embargo, es bastante mejor que otros. Que se lo digan a esos 8.000 hondureños bloqueados por la policía guatemalteca en su intento por llegar a México y de aquí a la tierra prometida al norte de Río Grande. En el mundo hay mucha gente jodida, pero alguna más jodida que otra. Mañana se va Trump. Esperemos que para siempre. Se quedan Putin, Xi Jinping, Salman, Erdogan, Mohamed VI, Netanyahu, Kim Jong-un€