esta semana le encaja como un guante la película de Sergio Leone El bueno, el feo y el malo. Si hablamos de buenos, los mejores son los Reyes Magos -sin olvidarnos de nuestro Olentzero- y los voluntarios de la Cabalgata han confirmando que los veremos por las calles mientras la autoridad no lo impida. Mi objeción viene cuando aseguran que se podrán mantener las distancias de seguridad ya que, por mucho que una adore a Melchor, ni él puede conseguir separar a las gentes a su paso por las calles. La fea, pero que muy fea, es la decisión de Navarra Suma de hacer valer la mayoría ficticia que le confiere la dimisión de un concejal de la oposición para sacar adelante proyectos y presupuestos del Ayuntamiento de Pamplona que no verían la luz en condiciones normales. Para jugar limpio, han de respetarse las mayorías democráticas. Por último, el malo no podía ser otro que el líder norcoreano, Kim Jong-un, quien -dicen- ha prohibido a sus ciudadanos reírse para conmemorar el aniversario de la muerte de su padre. No quiero discutir con nadie, ni idea de lo que está pasando en un país tan inaccesible, pero a mí me suena a trola. Va a resultan que finalmente los buenos pecan de optimismo, los feos tiran a tramposos y no somos capaces de saber cómo son en verdad los malos.