el sol lleva días anunciándola y hoy por fin llega. La primavera astronómica entra esta mañana a las 11.28 horas. Este año durará 92 días, hasta el 21 de junio y los meteorólogos anuncian que será cálida, más templada que el año pasado. Se siente en la calle a nada que uno dé un paseo por las orillas cada vez más verdes del Arga o por los puestos del mercado, donde ya asoman los primeros y esplendorosos espárragos.

Por más que traiga alergias y resfriados, es la estación más esperada, la que nos reconcilia con la vida y nos echa a la calle. La del cambio de la hora y las tardes cada vez más largas de luz. La primavera llena de ritos que nos enseñó Caro Baroja en Navarra las cuatro estaciones y que Jimeno Jurío consideró la época del año más rica en prácticas festivas populares. Dicen las guías turísticas que es la mejor estación para visitar Navarra y atractivos no faltan. Las fiestas en torno a los campos en flor, los mayos, las romerías, las enramadas y los almadieros. Las ferias y las marcas de ganado, la Semana Santa, los Bolantes, el rosado de San Martín de Unx, la cereza de Milagro y tantas otras .

La primavera supone el despertar de la naturaleza y de las personas. Debe ser verdad que altera la sangre si atendemos a los acontecimientos históricos acontecidos en esta época, algunos hasta han incorporado su nombre: la primavera árabe, la primavera de Praga, el mayo del 68 o la revolución de los claveles.

La primavera, fuente de inspiración de los artistas, la que escribió Carpentier, pintó Botticelli o musicó Vivaldi. La que cantaron los Beatles en Here comes the sun: “Querida, ha sido un largo y solitario invierno, querida parecen años desde que estuvo aquí. Aquí viene el sol y yo digo que está bien”.