Me gusta la última reivindicación de la Rotxapea, un barrio que sigue teniendo su propia personalidad en el callejero de Iruña, donde se mezcla y convive, como en pocos lugares, lo de siempre con lo nuevo. Esa reivindicación en la que se pide al Ayuntamiento de Iruña más zonas verdes en lugar de tanta zona naranja y azul. No les falta razón. Si de algún color era este barrio, de huertas y río, era verde. Si alguna zona nos correspondía por derecho era una o varias de ese color, y no para los coches precisamente, sino espacios de ocio y de disfrute para los vecinos y vecinas que en los últimos años, décadas, han visto como este barrio de casas bajas se transformaba, en algunos aspectos sin duda para mejor, ya que gracias a las nuevas construcciones se ha garantizado un relevo generacional de otra manera complicado, pero otras para peor. El barrio de las huertas apenas tiene zonas verdes entre sus nuevas construcciones de varias alturas, ni siquiera zonas comunes entre viviendas. Y las sucesivas remodelaciones de tráfico para peatonalizar distintas zonas del centro de la ciudad, junto a la última amabilización del Casco Antiguo, han ido creando un auténtico corredor de tráfico permanente allí donde antes apenas transitaban los residentes. Un barrio en continua transformación, con vecinos y vecinas que por suerte no están quietos sino que siguen, seguimos, reivindicando que la Rotxapea continúe siendo un buen lugar donde vivir, con sus espacios de ocio para todas las edades, sus zonas verdes, su carril bici, sus múltiples servicios adaptados a las nuevas necesidades del vecindario, su comercio tradicional... Pero ahora llega la zona azul y la zona naranja, planteadas como la solución a los graves problemas de aparcamiento del barrio. Una medida que, aunque hay que esperar para valorarla, difícilmente descongestionará las calles más próximas al centro a no ser que, al igual que los residentes de lo Viejo, los de este barrio también cuenten con zonas para ellos. Ojalá el nuevo color con el que han pintado las calles quite contaminación, tráfico y dobles filas y nos permita pintar de nuevo la Rotxapea de color verde.