Llegar al poder tiene lo suyo pero una se pregunta como ciudadan@ para qué sirve si realmente no puedes decidir sobre tus propias cuentas , que es lo que, en el caso de un Ayuntamiento, resume un programa de gobierno y lo que marca tu agenda. Y ahí estás para gestionar un presupuesto que no te queda más remedio que prorrogarlo, para sostener un modelo de ciudad que tu cuestionaste en el anterior mandato (el cuatripartito de EH Bildu, Geroa y PSN más I-E que ahora no está), y cuyos únicos cambios o enmiendas los deciden en realidad tus adversarios para garantizar que las inversiones por las que apostaron cuatro años antes siguen adelante. Un gobierno de derechas con unos presupuestos de izquierda. Pero créanme que la política es un ejercicio de adaptación admirable. Y lo mismo que aceptas esta situación, caminas sobre los proyectos heredados sin complejos. Como si lo que ayer negaste hoy puede ser una oportunidad de mejorar. Y yo me pregunto, por ejemplo, qué pensará Maya cuando ve que Redín y Cruzat, palacio cerrado a cal y canto años atrás, se llena de actividades de barrio, y lo visita sin acritud, dejando caer, eso sí, que habrá mayor control sobre las asociaciones en este tipo de espacios comunitarios. O cuando pasa por delante de la antigua estación de autobuses, hoy para la economía social y alternativa. Cuando visita las viviendas rehabilitadas en San Pedro que permanecieron vacías y cerradas años y años. Cuando pasa delante del Monumento a los Caídos, espacio que jamás hubieran tocado, y decide seguir adelante con el concurso de ideas para transformarlo. Cuando ve prohibido el paso en la calle Nueva en su camino hacia el Ayuntamiento salvo en coche oficial. Y escucha a su concejal en Movilidad que las restricciones estatales para grandes ciudades en la lucha contra el cambio climático ya se cumplen. Cuando la Junta de Gobierno, su último reducto, saca a licitación las obras de la segunda fase de la Casa de las Mujeres que tan poco les gustaba... O cuando acude a los foros de barrio que lanzaron sus predecesores siguiendo prácticamente el mismo formato... A veces me pregunto si la política es así. Hay para tod@s. Y si no ahí está Podemos con sus ministerios saludando ahora al rey. Y Maite Esporrín, más acostumbrada a sostener a UPN en Pamplona, gobernando con independientes, abertzales y gente del ámbito de izquierdas, de vicepresidenta de la Mancomunidad. Así es la política, oigan. Sorprendente.