l lunes se conmemora como cada año el DÍa Internacional del Cáncer de Mama y los retos históricos siguen siendo los mismos. El apoyo a las mujeres enfermas, la importancia de la prevención y de la detección precoz y la demanda de inversiones para proseguir con las investigaciones. Solo que en esta situación de excepcionalidad derivada de la irrupción de la pandemia sanitaria del coronavirus han surgido demandas nuevas ante el retraso en las listas de espera y en las revisiones de pacientes con esta enfermedad. Saray, la Asociación Navarra de Cáncer de Mama- Bularreko Minbiziaren Nafarroako Elkartea admite que los servicios de patología mamaria han seguido funcionando durante la crisis sanitaria de la covid-19, pero insiste en la importancia de actualizar los protocolos de seguimiento, porque, a su juicio, "se incumplen sistemáticamente". De hecho, este año no se volverán a teñir las ciudades y localidades navarras de tonos rosas como expresión plástica de la solidaridad y la esperanza, pero la realidad de la enfermedad señala que independientemente del coronavirus, un año más se diagnosticarán en Navarra 410 nuevos casos de este tumor, el más frecuente entre las mujeres. Un tumor que tiene una tasa de supervivencia a cinco años superior al 90%; es decir, más de 90 de cada 100 personas que lo han padecido continúan vivas después de cinco años del diagnóstico. Expuesto fríamente, lo que hace pocos años podía suponer una sentencia de muerte, hoy puede combatirse con buenas expectativas y llegar a superarlo. Los avances han mejorado la capacidad de atención y las mejoras en los tratamientos han demostrado su eficacia, pero también hay que poner el acento en los programas de detección precoz. Y todo ello exige la misma constancia. La celebración del Día del Cáncer de Mama en plena pandemia del coronavirus sirve también para insistir y reivindicar la necesidad de contar con una sanidad pública y una cobertura médica universal, eficaz y de calidad. Pero junto al plano científico y médico camina de la mano el factor humano. Y sabiendo que las exigencias de la covid-19 necesitan ahora una atención prioritaria, sigue siendo importante y fundamental para la sociedad navarra que Osasunbidea mantenga su capacidad de atender las demandas que reclaman otras enfermedades de control, seguimiento, detección, revisión y seguimiento. El derecho a una sanidad de calidad y confortante es una apuesta común de la sociedad navarra.