El regreso de Euskal Selekzioa de fútbol ayer en Ipurua, en la misma fecha o ventana FIFA en que se disputan competiciones oficiales, debe entenderse como otro paso en el reinicio de la normalización de la presencia internacional de la selección deportiva que acoge a jugadores de los territorios de Navarra, la CAV e Iparralde, también un reflejo de la realidad en la que se encuentra, tanto deportiva como en la búsqueda de su reconocimiento por los organismos (UEFA y FIFA) del fútbol, y como constatación de que lo único que impide que este se realice es la nula voluntad política que ha mostrado el Estado español. En esta última convocatoria seis navarros, entre otros los capitanes de Osasuna Oier y Roberto Torres, han sido convocador por Clemente para este partido de Euskal Selekzioa. Y otros muchos han sido llamados a convocatorias anteriores a lo largo de la historia de este combinado. Como han sido llamados también jugadores navarros a la Selección española. De hecho, selecciones similares de otras disciplinas deportivas con menos altavoz mediático y político que el fútbol, que acogen igualmente jugadores de los mismos tres territorios, ya participan en la disputa de torneos oficiales internacionales. No se trata, como se ha venido esgrimiendo por décadas, de un problema legal o federativo. Tampoco la vía de la oficialidad se cierra porque la UEFA alterara en 2001 sus Estatutos para limitar la pertenencia a “las asociaciones europeas que tienen su sede en un Estado independiente reconocido por la ONU”. Hay excepciones tan reconocidas como las de Islas Feroe, San Marino, Irlanda del Norte, Gales o Escocia, esta última ya clasificada para la Eurocopa, principal torneo por naciones de la propia UEFA, y la más relevante de Gibraltar, miembro de pleno derecho de la UEFA desde mayo de 2013, es decir, doce años después de aquel cambio estatutario. Además, la UEFA es solo una de las cinco confederaciones pertenecientes a la FIFA y el máximo organismo del fútbol mundial afirma en sus Estatutos que “con la autorización de la asociación miembro del país que dependa, la asociación de fútbol de una región que aún no haya obtenido su independencia podrá solicitar su admisión”. No hay impedimentos normativos, sino un problema de admisión por el Estado español de la plurinacionalidad que su propio bloque constitucional reconoce. Se trata de potenciar, también desde clubes y jugadores, y dar normalidad a la presencia continuada de, en este caso Euskal Selekzioa, en el calendario internacional.