Gobierno de Navarra presentó ayer la última línea de subvenciones a la rehabilitación del Plan Biziberri/Navarra Rehabilita destinada a la regeneración de barrios y que contempla la rehabilitación energética de edificios de zonas vulnerables. Un proyecto ambicioso que abarca cinco líneas de ayudas a la rehabilitación de viviendas que se suman al programa permanente del Gobierno. Ayudas que, en función del ahorro energético que se consiga, supondrán entre 12.500 y 20.000 euros por vivienda, el máximo para viviendas ubicadas en zonas rurales. Desde el pasado 1 de enero existen además incentivos fiscales a las inversiones dirigidas a la rehabilitación energética. Un plan de 70 millones repartidos en tres años, apoyado en los fondos europeos Next Generation, que supone un revulsivo importante para nuestra economía, una oportunidad de regenerar espacios urbanos deteriorados y un empujón a los proyectos de rehabilitación de viviendas en los pueblos que requieren de fuertes inversiones. Ayudas que complementan los planes para la reforma de viviendas de alquiler en pueblos de la Navarra vaciada. La recuperación del patrimonio es en estos momentos de crisis económica y climática no solo es una prioridad estratégica sino también una urgencia social ante la carestía de la vivienda y de los alquileres. La rehabilitación es uno de los ejes de la política de vivienda del Gobierno en este mandato y que ha culminado con la aprobación de la nueva para fomentar el parque de vivienda protegida y asequible. Todo un paquete de medidas entre las que destaca la calificación indefinida de vivienda protegida, la promoción de alquiler público o los controles a las rentas. Entre otras herramientas, se va a crear un registro de contratos de arrendamiento y se activará un índice de sostenibilidad con una horquilla de precios que servirán de referencia para que los propietarios que se excedan tengan una penalización fiscal o, por el contrario, un incentivo. Más bonificaciones para los propietarios que cedan su vivienda vacía a la bolsa de alquiler, que se quiere fomentar, y ampliación de 31 a 35 años la edad para acceder a ayudas al alquiler de personas jóvenes. Una ley garantista también contra los desahucios y que avanza en la consecución de la vivienda como derecho para todas y todos en una comunidad donde durante demasiados años de de gobiernos de derecha la vivienda ha sido un negocio.