Para Joxe Arregi
Hermano Joxe Arregi, de pronto supe que estabas en silencio. Tu silencio es el silencio de los inocentes, el de los profetas, el de los humildes de corazón. Tu palabra fue vida, fue Evangelio, fue compromiso, fue denuncia. Y, por qué será que muchos cristianos desencantados con la Iglesia institución entendemos tu mensaje, compartimos tus escritos, compartimos tu vida, tu estilo. ¿Por qué será? Joxe, te apoyamos, te queremos, nos congratulamos de haberte conocido, y seguro que tú lo sabes. Yo lo sé y muchos lo saben. Tu cercanía a Jesús y a su Evangelio siempre ha sido modélica y franciscana. Eres de mente amplia, generoso con todas las creencias y entre todas las religiones. Perdóname que me escude en el anonimato de un cristiano de a pie. Me siento orgulloso de haberte conocido por tu testimonio y tu forma de entender el Evangelio de Jesús. De corazón, bihotz-bihotzez.