DIARIO DE NOTICIAS del 16 de octubre: “El Gobierno sacará 3.000 millones de la hucha de las pensiones. Las cotizaciones no son suficientes para pagarlas”. El País del 17 de octubre: “Dentro de 15 años España perderá el 18% de los habitantes de entre 18 y 49 años. Las jubilaciones aumentarán un 7%”. Si no se trabaja, ¿quién pagará las pensiones? La fábula que nos cuenta de una cigarra vividora que quería subsistir a costa de las humildes y laboriosas hormigas debió aleccionarnos. La pirámide generacional está invertida por falta de natalicios. Mañana, cuando ya viejos, tendrán que ser los hijos de otros quienes acompañen a quienes no los tuvieron. Es entendible que cada cual debería proporcionarse su sustituto en la sociedad para que la pirámide se mantenga correcta. Quienes no quieren criar, alimentar y educar hijos que les cuiden el día de mañana, lo justo sería que pagaran un plus añadido a la cotización para las pensiones, cómputo que no tendría influencia en la cuantía de la pensión a percibir. Puesto que mañana serán los hijos de otros quienes con sus cotizaciones atiendan sus pensiones, es de sentido común que paguen por ese servicio.