En el viaje del Papa a Marruecos subrayaba el protagonismo de un Islam abierto y moderado que practica Marruecos. Hablar de Dios no es una extrañeza en Marruecos, es el ejercicio de una fe que da sentido a la vida de los marroquíes, musulmanes en su inmensa mayoría, pero también cristianos. La visita se ha desarrollado mientras se celebraba una cumbre árabe en Túnez, único país donde cuajó un cambio político y social.