Hay una realidad absurda que nos ha metido en las casas, que nos ha confinado y llevado a un modo de vida nuevo. En poco tiempo nos han aislado, llevándonos a un control y una vigilancia nunca vistos de esta manera. Nos han encerrado, nos hemos encerrado sin pensar, sin rechistar pensando de buena fe, que se hace, que lo hacemos por nuestro bien. La crisis de la pandemia, ¿como la ve un ciudadano como yo?, un ser habitante del montón con una inteligencia normal y una cultura aceptable, como buena parte de la población. Diría que con la mirada perdida y posiblemente angustiada, llevando acabo el cumplimiento de las normas, mas o menos al pie de la letra, que me mandan pero eso si, sin esa sensación que da la imposición de una dictadura sino con la certeza desde la critica y la libertad de que es algo que tengo que hacer porque no tengo conocimientos ni datos que me indiquen que lo que hago y me dicen que haga este mal. Nos pueden mentir en parte de los acontecimientos, cosa de lo que estoy casi seguro, pero esto es una suposición miá basada en los hechos históricos acontecidos en la humanidad durante toda su existencia, en los cuales el pueblo siempre de una manera u otra ha sido unas veces más y otras menos engañado o tendenciosa mente informado. Lo que es cierto es que tenemos un devenir actual asombroso. Al cambio climático, el hambre provocada por la injusticia social, las guerras, etc todos estos hechos todavía más bestiales que el covid19 se une ahora este virus, anteriormente ya han estado otros con nosotros y algunos no hace mucho tiempo, lo cual me lleva a pensar que en cierto modo esto ya estaba siendo anunciado. Ahora Tendríamos que aprender a vivir a convivir a ser respetuosos con todo lo que nos rodea, pues parece ser que existe relación en el desarrollo y expansión de este microorganismo con la destrucción del medio ambiente, pero me da la sensación de que no lo vamos hacer. ¿Es el principio del fin?, ¿es el final?, ¿es un aviso?,¿es esto real?. Hay miles de conjeturas por las redes, una cantidad enorme de teorías, todas con sus argumentos bien estudiados y definidos. Desde mi posición de poblador, trabajador y

sindicalista si que tengo claras una serie de realidades que han demostrado que no solo en este país sino en la globalidad del mundo tenemos y hemos tenido unos y unas, también, dirigentes políticos , económicos y sociales nefastos que al final nos han traído hasta una situación en la cual de no corregirse, y estamos al limite, nos dirige al abismo. El covid19 es un virus, es una enfermedad que para muchos se convierte en letal. No hay vacuna , que sepamos, me lo creo pero permitirme que sea critico otra vez y que dude de todo, pues lo contrario me convertiría en un borrego. Su aparición y propagación, con la consiguiente repercusión en las diferentes facetas de la vida tanto económicas como existenciales, me ha venido a demostrar, no solo a mi persona, que hay que valorar y proteger lo publico y lo cercano. Que las grandes estructuras empresariales no nos protegen, al revés sus intereses nos hunden y matan. Que la gran política solo actuá y piensa por y para el poder, bueno esto yo lo he tenido siempre claro, y su indecencia nos mata física y mentalmente con sus pugnas y conflictos armados, con su desamparo y contaminación medioambiental. Que gran unión entre el capital y el poder formando una creación diabólica destinada a un final siniestro cargado de locura, ambición y codicia. Este virus pasara o nos dirán que ha pasado y siendo agoreros incluso podría producirse una conflagración entre EEUU y China que sería, como se puede imaginar, de terribles consecuencias para toda la humanidad y el astro que nos da cobijo . Volveremos a la nueva normalidad, a una vida flamante en la cual nos tendremos que ir acostumbrando a estos episodios en los que como siempre perderán los más desfavorecidos, llegando al final a ser todos y todas. Nuestro Gobierno, el del Estado Español y el de Navarra, según mi opinión gestionan esta circunstancia a su nivel, como pueden, con sus influencias y presiones. No son santos pero de una cosa estoy seguro, menos mal que está esta izquierda pues la derecha llena de odio y avaricia hubiera sido una catástrofe. Hoy a las ocho mi

aplauso estará en la calle como todos los días. No es un aplauso para la autoridad, es para toda la ciudadanía que de una forma u otra hacemos nuestra labor y sobre todo resistimos a la barbaridad y la canalla.