Dos de los redactores del programa de coeducación Skolae -uno de ellos ya fue citado en junio- tuvieron que volver a declarar ayer ante el Tribunal de Justicia de Navarra. En total, cinco autores y cinco tutores del programa han tenido que acudir a los juzgados. Un ejemplo más de la utilización perversa de subterfugios jurídicos para intentar modificar desde la judicialización de la política decisiones políticas, legales y democráticas. Un sistema que pervierte la división de poderes, clave del sistema democrático, al utilizar los tribunales de justicia como vía por legislar por la puerta de atrás, vulnerando incluso la voluntad democrática mayoritaria del poder legislativo real, en este caso el Parlamento de Navarra. Y muchas veces con éxito, como acabamos de comprobar con la sentencia del TSJN que anula la posibilidad -ni siquiera era obligatorio- de valorar el euskera como mérito -no como requisito- en algunas plazas de la zona mixta y zona no vascófona. Skolae es un programa avalado por educadores, pedagogos, centros escolares, organizaciones sanitarias y de la infancia, instituciones europeas e internacionales y el propio Ministerio. Programas similares, incluso con UPN en el Gobierno, nunca habían sido cuestionados. Contó con el apoyo de 33 de los 50 parlamentarios de la Cámara foral y tiene el aval de una muy amplía mayoría del ámbito sindical de la educación navarra, pública y concertada. Difícilmente se puede hablar de imposición, como alegan los demandantes. Su objetivo principal es combatir a través de la educación las conductas sexistas y la violencia machista con programas educativos. Skolae y sus impulsores, tanto profesionales como políticos, fueron objetivo de una campaña de intimidación, amenazas, mentiras e intoxicaciones con respaldo político y mediático desde los poderes conservadores. Y como otras campañas de manipulación similares, no tiene un pase. En efecto, como denunciaron ayer a la salida de los tribunales los dos redactores del programa, es “inaudito e insostenible” lo que les ha ocurrido. De hecho, Skolae recibirá mañana en París el Premio Unesco de Educación de Niñas y Mujeres. Ese aval internacional vuelve a dejar en evidencia que la dura campaña orquestada contra Skolae no fue sino una desinformación basura más que nunca debió haber llegado a un juzgado.