legir la palabra del año es ya una tradición en estas fechas de tradiciones. Casi siempre la elección oficial de la RAE va por un lado y la designación real, a pie de calle, sigue el ritmo de la vida de cada persona. Pero esta vez seguramente coinciden bastante, ya que con el coronavirus marcando el día a día no podría ser algo ajeno a la pandemia. Y así ha sido. Confinamiento es la palabra elegida. Un termino que nadie utilizábamos hace un año y que sin embargo lo hemos empleado en todas sus posibilidades. Primero sin saber casi lo que significaba, cuando nos metimos de lleno en un concepto totalmente desconocido hasta que poco a poco fuimos siendo conscientes de su verdadera dimensión. Lo asociamos a los días en casa, a los aplausos en los balcones y ventanas, al ERTE, al desconcierto, al resistiré, al cansancio de los sanitarios... Luego nos fuimos desconfinando en la desescalada y más tarde, cuando ya teníamos encima la segunda ola del covid mirábamos de reojo cada noticia con la incesante pregunta de ¿Cuándo nos confinan de nuevo? Y en esas estamos. No queriendo volver para atrás. Deseando sacar de nuestro lenguaje muchas de las palabras que hoy forman parte de nuestras conversaciones cotidianas y si queda alguna para el 2021 que sean solidaridad, vacuna, inmunidad o esperanza.