de julio viernes. Primer fin de semana de julio y víspera de las fechas sanfermineras. Entra en vigor la nueva orden foral de medidas frente al Covid con ampliación de aforos y horarios en hostelería, cultura, actividades deportivas y ocio nocturno. Tras un invierno y buena parte de la primavera en luto riguroso, justificado por la presión sanitaria, el inicio de las vacaciones se presenta en clave de normalidad. O diría que más estimulante. Se podrán celebrar comidas populares con un límite de 75 personas en interiores y 150 en exteriores, las sociedades gastronómicas y peñas pueden incrementar su aforo hasta el 60% y con hora límite la una de la madrugada. Y caben espectáculos taurinos en las plazas de toros y al aire libre (encierros o suelta de vacas) manteniendo una distancia de 1,5 metros. ¿Quién va a poder controlar en muchos pequeños pueblos que un corredor con un toro malencarado se encarame a un vallado y se arrejunte con un espectador que caiga sobre otro? Y con interiores de discotecas hasta las cuatro y las terrazas llenas ¿quién va a pensar que la gente se va a recoger pronto? ¿Podíamos haber esperado al 15 de julio para evitar tentaciones? ¿Realmente creemos que por estar vacunados no corremos riesgos? Suerte que al menos la mayoría de la gente es responsable y sigue llevando la mascarilla por la calle. Porque andaremos demasiado junt@s.