ada más machista y retrógrado que aquella sentencia que sostenía que detrás de un gran hombre hay una gran mujer (una mujer sorprendida, añadían ellas con sorna). Los tiempos nos cambian, ajustamos los roles, maduramos, avanzamos y hoy asistimos a la metamorfosis de que detrás del pseudónimo de una escritora de éxito de novela negra se esconden tres hombres guionistas. La sorpresa que guardaba el Premio Planeta de este año superó al contenido de la obra galardonada, La bestia, al destapar en público la auténtica identidad de la ganadora, Carmen Mola. Como si se tratara de una prolongación de la novela que rebasa los márgenes de las páginas del libro, el trío de autores había dibujado en pequeñas entregas los perfiles de una misteriosa mujer de la que se decía que era maestra y natural de Madrid pero sin tener registrada ni una sola imagen ni un corte de voz. Eso es alimentar y mantener la intriga en tiempo real. En realidad, como dijo Paco Umbral, yo venía a hablar de mi libro, ese sobre la centenaria historia de Osasuna que ha merecido un Premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra y que quiero agradecer públicamente desde estas líneas. Pero se me ha ido la pinza. Porque lo de Carmen, mola.