o hace ni unas semanas que nos mostraban imágenes de millones de personas hirviendo agua para poder utilizarla al quedarse varias ciudades desabastecidas durante días. Y no era en algún perdido rincón del mundo, era el mismísimo Estados Unidos de Norteamérica.

¿Se imaginan algo así por aquí? No, ¿verdad? Estamos muy habituados a que nos resuelvan las fugas de agua o cualquier otro problema en muy pocas horas, incluso con sorprendente rapidez y eficacia, diría yo. Hay que sacar pecho y se puede decir que el abastecimiento de agua en la Comarca de Pamplona roza la excelencia. Es una de las aguas mejor valoradas del país en calidad y sabor, el control de fugas y averías es exhaustivo y el proceso está tecnificado a un alto nivel.

El suministro se apoya en tres pilares: el nacedero de Arteta en el valle de Ollo, el embalse de Eugi y el apoyo estival de Itoiz-Canal de Navarra. Tres territorios que aportan un recurso imprescindible y soportan por ello unas infraestructuras y condicionantes nada desdeñables. La Comarca siempre estará en deuda con ellos y debe ser sensible a sus necesidades. Que estos ambientes rurales sigan vivos y bien gestionados es una garantía de agua limpia e infraestructuras a salvo de eventos catastróficos, como los incendios que se ceban con las áreas despobladas. Está bien que nuestra Ley diga que el agua es de todos independientemente de su origen, pero cuidemos a nuestros vecinos. Lo necesitan y les necesitamos.

Como decía, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona está a un altísimo nivel en el servicio del agua y es su origen histórico: no en vano, a esta entidad aún se conoce en muchos ámbitos como los de las aguas. Y ese alto nivel lo alcanza tanto en el abastecimiento como en la depuración, lo que devolvemos a los ríos después de saber sido utilizado. Aunque es cierto que aquí hay margen de mejora casi hasta el infinito, hasta devolver un agua tan pura como la captada en su momento de las entrañas de la tierra o de los ríos pirenaicos. Vamos ahora, en una carrera que nunca parará, a sumar a la gran depuradora de Arazuri la instalación de depuradoras biológicas en los pueblos de más de cien habitantes con la colaboración de NILSA.

En fin, hay que destacar también que, a diferencia de muchos otros lugares, toda esta eficiencia es 100% pública e involucra a varios centenares de personas que desempeñan su labor profesional con ese plus que da el proporcionar un servicio público. Lo que equivale a tener una joya que debemos cuidar como a la misma agua, ese líquido elemento que nos es imprescindible a nosotros y a la vida en el planeta tal y como la conocemos.

Sabemos que el cambio climático hará más frecuentes las sequías y es otro de los motivos por los que tenemos que, simultáneamente, combatirlo y adaptarnos a él. Así que ya saben, utilicen la estupenda agua del grifo que tenemos, pero sin malgastarla, que nunca se sabe.

Y quizás, en la celebración hoy del Día Mundial del Agua, al ver salir el agua del grifo, pueda dedicar unos segundos a un pensamiento casi metafísico: ¿Qué es el agua para usted? ¿El río donde aprendió a nadar?, ¿el pozo de la huerta?, ¿la adrenalina en la piragua?, ¿el coro de ranas en verano?, ¿las piscinas del barrio?, ¿el olor a tierra mojada?... ¡mójese!

El autor es presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona