n la fachada de la Comandancia Militar, en Pamplona, hay una placa. Muestra el escudo de Navarra con la Cruz Laureada concedida por Franco el año 1937. Pese a que infringe la Ley de la Memoria Histórica, aún no ha sido sustituida.

La placa a la que se alude está colocada en la fachada de la Comandancia Militar, en Pamplona / Iruña (C/ General Chinchilla nº 12). A la izquierda figura el emblema del Ejército de Tierra: el águila explayada sobre la que hay una cruz de Santiago, que suele tener forma de espada. El problema no reside en este símbolo, sino en el que está a la derecha, que muestra el escudo de Navarra con una trompa de infantería encima y que tiene acolada la laureada.

La Cruz Laureada de San Fernando, creada el año 1811, es la más alta condecoración militar española. Le fue concedida por Francisco Franco a nuestra provincia, mediante decreto de 8 de noviembre de 1937, "como recuerdo de las gestas heróicas de Navarra en el Movimiento Nacional...".

La guerra civil fue el acontecimiento más traumático de la historia de España. Supuso, además de las muertes en los frentes de batalla, una multitud de atrocidades en ambas retaguardias. Concretamente en Navarra (la totalidad de cuyo territorio estuvo en la zona nacional desde un principio), se produjeron más de tres mil víctimas, la mayor parte de ellas matadas a tiros, sin juicio alguno. Dio también lugar a una dictadura que duró cuatro décadas.

Con la citada condecoración no había nada que festejar. Por ello, una vez recuperada la democracia, el Parlamento de Navarra, en sesión celebrada el 26 de octubre de 1981, decidió que el escudo fuera utilizado sin la laureada. Así se ha hecho desde entonces por las distintas administraciones civiles.

Antes y después de ese acuerdo, tan solo algunas voces, de defensores del régimen franquista, se opusieron a que el escudo recuperara su imagen tradicional. Pero, aunque ignoro la fecha exacta, fue en esa época cuando colocaron la citada placa. En ella podría haberse puesto exclusivamente el emblema del Ejército de Tierra o también el escudo de España. Pero no fue así. Creo que por parte de quien dio la orden para que tuviera ese diseño, se produjo una intromisión inadmisible en un debate político.

Ya hace más de un cuarto de siglo (DIARIO DE NOTICIAS, 14/03/1995), puse de manifiesto lo que ocurría con esa placa. Años más tarde fue aprobada la Ley 52/2007, conocida como de la Memoria Histórica. En su artículo 15.1 establece: "Las Adminstraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la guerra civil y de la represión de la dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas".

En una democracia como la nuestra, las Fuerzas Armadas deben ser profesionales y guardar neutralidad en el ámbito político. Son los ciudadanos españoles, mediante los sucesivos procesos electorales, quienes deciden. La gran mayoría de los militares cumplen son su deber. Pero cuando esto no sucede, queda dañada la imagen de la institución. Recordemos que a fines del año 2018, el Ayuntamiento de Pamplona decidió suprimir el nombre de avenida del Ejército, aunque finalmente se mantuvo. Rompí entonces una lanza para que fuera conservada la denominación (DIARIO DE NOTICIAS 19/12/2018).

El 19 de agosto de 2019 envié, mediante correo certificado y con acuse de recibo, un escrito a la Delegación de Defensa de Navarra. Exponía en él la cuestión planteada con la placa. Mediante un oficio de fecha 6 de septiembre, el delegado de Defensa me indicó que trasladaban mi solicitud a la Comandancia Militar, al ser un edificio de su propiedad y por tanto dentro de su ámbito de competencia. El día 13 de ese mismo mes el general comandante militar de Navarra indicó que es escudo pertenece a la antigua División de Montaña Navarra nº 5. Añadía: "... hemos procedido a realizar las consultas necesarias al órgano colegiado en estos asuntos para concretar de forma fehaciente y legal si el mencionado escudo se ve afectado por el artículo 15.1 de la Ley 52/2007. Una vez se tengan los informes pertinentes se procederá a actuar en consecuencia".

La respuesta era impecable. He de añadir que, en todas las comunicaciones escritas mantenidas con distintos organismos del Ejército de Tierra, el contenido y la forma han sido totalmente correctos.

Un oficio de 12 de diciembre indicó que mi instancia "... ha sido remitida a la Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa". Pero al no tener más noticias, con fecha 8 de septiembre de 2020, envié un nuevo escrito. El 28 de septiembre el teniente coronel mayor de plaza de la Comandancia Militar de Navarra señaló que los informes técnicos pertinentes habían sido remitidos a la Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa.

Recibí,semanas más tarde, un atento escrito de fecha 19 de enero de 2021, del teniente general inspector general del Ejército. Señala que realizaron gestiones con el Instituto de Historia y Cultura Militar, la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio Cultural del Ministerio de Defensa y la Subdirección General de Gestión y Coordinación de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura y Deporte. Según señala, el informe del Instituto citado en primer lugar, indica que el autor de la placa "... se ha tomado alguna licencia artística pues la corneta enguichada y las borlas de los cordones sobresalen del escudo soporte". Parece que la ironía está justificada (aunque conviene aclarar que ese tipo de recursos estéticos han sido muy comunes en la tradición heráldica). Concluía señalando que "... dicho escudo hay que ponerlo en relación con la Divisón de Montaña que de alguna u otra forma tuvo un vínculo físico con Navarra y más concretamente con la ciudad de Pamplona". En efecto, es así. Pero, con fecha 2 de febrero respondí que, a mi entender, resulta plenamente acreditado que la presencia del citado símbolo en la placa contraviene lo establecido por el artículo 15.1 de la Ley 52/2007 y que "a la vista de ello, parece que lo más adecuado sería que la sustitución de la placa la haga el propio Ejército, sin que resulte necesaria ningún tipo de actuación previa con repercusión pública". No he recibido ninguna otra comunicación. Transcurridos ya practicamente dos años desde que envié el primer escrto, la placa continúa en su lugar y entiendo que sigue sin cumplirse la ley. Como se ha indicado, la Cruz Laureada fue concedida por la participación de Navarra en el Movimiento Nacional. Por lo tanto, exalta la sublevación militar y la guerra civil.

Algo que debe exigirse a todo funcionario es que cumpla las normas. Lo que procedería en este caso es revisar el expediente, para conocer el contenido de los informes emitidos y saber donde y por quien se ha producido la inacción.

En relación al tema de las placas, hay otra cuestión importante a mencionar. En todas las comunidades autónomas con dos lenguas oficiales, las Administraciones Públicas deben emplear ambas en su señalización. De vez en cuando pueden verse algunas excepciones (a uno y otro lado). Una de ellas, sistemática, corresponde al Ejército. El catalán, el gallego o el euskera son lenguas tan españolas como el castellano. La única diferencia es que éste último es la lengua común a todos nosotros, mientras las otras se utilizan en un ámbito territorialmente más reducido.

Resulta algo desalentador el comprobar que, en ese continuo proceso de aprendizaje al que estamos sometidos por la evolución de los tiempos, no hayamos superado aún las lecciones de anteayer, cuando nos enfrentamos ya a las desafíos mucho más peligrosos y difíciles de hoy. Porque el cambio climático y todos los procesos relacionados con él amenazan también a esta pequeña porción del globo terráqueo a la que llamamos España.

Una vez recuperada la democracia,

el Parlamento de Navarra, en sesión celebrada el 26 de octubre de 1981, decidió que el escudo fuera utilizado sin la laureada

La Cruz Laureada fue concedida

por la participación de Navarra en

el Movimiento Nacional. Por lo tanto, exalta la sublevación militar

y la guerra civil