Lo mejor que nos puede pasar a los habitantes de Pamplona es que termine la presente legislatura. Navarra Suma no es capaz de solucionar conflictos urbanísticos latentes en la ciudad, como las cicatrices de los fosos de la Ciudadela tras el concurso de hípica, el nuevo carril bici proyectado en Labrit, la pasarela de esa misma cuesta o el emblemático paseo de Sarasate. Dijo el alcalde que se parecería al boulevard donostiarra y de momento ni se ha tocado una baldosa. Y mejor. A ver si llega otro gobierno a la ciudad con más perspectiva urbanística.