on esa frase iniciaba su declaración en 2019 la activista Greta Thunberg a la vista del fracaso en los compromisos reales sobre el cambio climático de los gobiernos mundiales.

Esta y muchas otras frases pronunciadas en 2021 en Glasgow sobre los fraudes relacionados con declaraciones sobre el cambio climático son aplicables a la decepción que sentimos quienes hemos confiado en una salida justa y apropiada a la crisis sanitaria al conocer el Anteproyecto de Presupuestos del Gobierno de Navarra.

Durante la pandemia hemos oído numerosas declaraciones de altos cargos del Gobierno de Navarra y el Departamento de Salud diciendo que la atención primaria va a ser el eje del sistema sanitario, que la salud pública saldría fortalecida, que los aplausos de la población serían correspondidos o que los presupuestos iban a ser justos y solidarios.

Pues bien: Atención Primaria supone un 15% del presupuesto de Salud y va camino de un desmantelamiento que las generaciones futuras podrán recordar con nombres: la privatización del sistema de salud llevada a cabo por Chivite, Indurain y Artundo con la complicidad necesaria de quienes les concedieron sus votos en el Parlamento para aprobar los presupuestos.

La realidad no miente y la Atención Primaria se desmorona. Es evidente que quienes dirigen el sistema de salud y el Gobierno de Navarra han faltado a la verdad y sus promesas han quedado en nada.

Como decían en Glasgow, el presupuesto está rodeado de bla, bla, bla, mientras las cifras nos dicen que se preparan nuevos negocios: se transfiere a la empresa privada la iniciativa, se incentiva la medicina personalizada extremadamente cara que servirá para unos pocos, se incentivan el cemento sanitario, con nuevos centros, y la alta tecnología, y se inician las bases para la privatización de la necesaria atención de fisioterapia y rehabilitación.

Mientras tanto, la sanidad que necesita la mayoría, y de forma especial la gente más vulnerable, que requiere profesionales accesibles, atención más cercana y humana llevada a cabo por profesionales en número suficiente, con puestos de trabajo estables y dignos y la atención a sus problemas cotidianos como enfermedades crónicas, problemas de salud mental, cuidados a personas mayores, atención a residencias de persona mayores, atención a domicilio, a la salud laboral de un mercado de trabajo precarizado hoy privatizada, queda aparcada con un presupuesto raquítico que ayudará a quienes se frotan las manos para hacer nuevos negocios desde lo privado.

Los centros sanitarios privados, la industria farmacéutica y las constructoras parecen haber dictado unos presupuestos de salud que ni la inyección de los fondos extraordinarios europeos, a costa de endeudarnos a todas y todos en favor de las corporaciones empresariales, logran hacer crecer.

Pisando tierra, las y los profesionales de todas las categorías no dan abasto pese a las apariencias derivadas de la programación de las citas presenciales. Lo pendiente se suma a lo habitual. Los teléfonos no se cuelgan siendo imposible responder a tantas llamadas, hoy más complejas que ayer, la enfermería además de las vacunas gripe, crónicos, revisiones analítica y electros fin de año... realizan el triaje covid, los antígenos, PCR, vacunas covid. El personal médico no da abasto a la agenda pese a estar ya tamizada y organizada, intercalando citas presenciales y telefónicas desde admisión.

La población se indigna con razón y los máximos responsables no informan a la ciudadanía ni garantizan los medios necesarios para ello. Mientras las y los profesionales del sistema público pedalean con esfuerzo la consejería de Salud favorece a la relajada parte privada del tándem público-privado que tanto defienden.

Nos han engañado con palabras vacías sobre participación, sobre los retos, sobre cuánto valoran a sus profesionales o sobre la importancia que tiene la Atención Primaria para el actual Gobierno de Navarra. Y ahora llega el compromiso político marcado en sus presupuestos. Nada de lo que dijeron aparece en ese documento de presupuestos.

¿Cómo se atreven a seguir mirando hacia otro lado y decir que están haciendo lo suficiente cuando la política y las soluciones necesarias, en el mejor de los supuestos, siguen postergándose?

Pero profesionales y ciudadanía estamos empezando a entender su traición. Nuestros experimentados ojos y los de las generaciones futuras están sobre ustedes. No esperaremos al juicio de la historia.

Que nadie se confunda, la derecha de Navarra Suma (UPN, PP, Ciudadanos) y Vox han hecho siempre que han podido y harían la misma política que el actual gobierno contra la mejora del sistema público de salud, pero de forma más evidente. Sin tanta hipocresía.

Este gobierno aprovecha la pandemia para poner en riesgo a todo el sistema sanitario público. El futuro de los derechos sanitarios se juega en la calle. Allí estaremos y pese a los deseos de quien gobierna la partida será larga, no termina el día 23 con la aprobación de estas cuentas, seguiremos en la calle.

Los autores son portavoces de la PNS/NOP (Plataforma Navarra de Salud- Nafarroako Osasun Plataforma)