os diferentes gobiernos han venido incumpliendo los acuerdos para estabilizar el empleo público de manera sistemática. En este sentido es clara la falta de compromiso con el empleo estable público y de calidad.

El próximo 31 de mayo se van a publicar las plazas que van a salir a oferta pública de empleo dentro del proceso de estabilización recogido en la Ley 20/2021 y que afectan a sanidad, educación y resto de departamentos de la Administración pública.

El Gobierno de Navarra, una vez más, ha perdido una oportunidad de oro para ordenar el empleo público mediante un dialogo eficaz con los representantes sindicales.

Lejos de proporcionar los datos concretos sobre la composición de las plantillas ha ido pidiendo constantemente actos de fe sobre el número de plazas a estabilizar y los porcentajes de temporalidad que quedarán una vez finalice este proceso de estabilización.

Con todo esto, el Gobierno de Navarra reconoce que no se va llegar al objetivo del 8% de temporalidad que se marca desde la Unión Europea, por lo que queda claro que la estabilidad en el empleo público es cuanto menos dudosa.

Y si grave es la falta de información, peor es que se intente tapar la falta de voluntad de buscar puntos de encuentro con simulacros de negociación a contrarreloj para dejar sin margen cualquier proceso eficaz para lograr acuerdos con los representantes sindicales.

El Gobierno ha impedido construir una alternativa que concilie los derechos del personal fijo, eventual y aspirantes de nuevo ingreso. Al final va a seguir con su plan de manera unilateral, con el rechazo de CCOO y el resto de sindicatos.

Las consecuencias de esta mala gestión, como siempre, la van a sufrir los trabajadores públicos, ya que la ausencia de una estrategia global consensuada provoca una discriminación para el personal fijo que se ve privado de su derecho de poder acceder al turno de promoción interna. El personal temporal no ve sus expectativas cumplidas, ya que queda muy lejos el objetivo de alcanzar el 8% de temporalidad que marca la ley. Tampoco se han podido alcanzar acuerdos en los baremos, ni sobre los temarios... y del personal que aspira a ingresar en la Administración pública, el Gobierno ni se ha preocupado.

Por todo lo expuesto, reclamamos una verdadera negociación para alcanzar el objetivo del 8% de temporalidad, sin discriminar al personal fijo, respetando la promoción interna, potenciando la estabilización de quienes han sufrido la contratación temporal en fraude de ley, que hay que corregir, y que dé una expectativa de acceso al empleo público a las personas de nuevo ingreso. Todo ello ofreciendo una garantía de seguridad jurídica que en este momento está puesta en entredicho.

El Gobierno debe saber que no cuela lo de juntarse con opacidad, sin voluntad de llegar a acuerdos y creando incertidumbre en la plantilla. Reducir como máximo a un 8% la temporalidad debe ser objetivo común para todas las partes implicadas. Si la línea que va a llevar este gobierno es la de seguir poniendo diques a conseguir dicho objetivo y yendo en contra de los derechos del personal fijo, contará con la oposición de CCOO, no descartando abrir una vía de diálogo con otras fuerzas sindicales para orquestar la contestación que proceda para que el Gobierno cambie de actitud. l

Área pública de CCOO en Navarra