“Asegurar que la sanidad cuente con un presupuesto estable y eficiente, con un horizonte del 6,5% del PIB, priorizando la provisión pública y la asignación y ejecución de presupuestos a las áreas de salud pública, atención primaria, inversiones e investigación”

Esto es lo que dice ni más ni menos el Acuerdo Programático de legislatura que permitió a usted, María Chivite, acceder a la presidencia del Gobierno de Navarra.

Este compromiso fue ratificado en sede parlamentaria el 24 de septiembre de 2019 por la consejera de Salud, Santos Indurain (“El segundo de los retos, y tal vez el más relevante, será lograr una financiación sanitaria adecuada y suficiente. En Navarra pretendemos asegurar que la sanidad cuente con un presupuesto estable y eficiente: con un horizonte del 6,5% del PIB”).

Con la llegada de la pandemia del coronavirus se trastocaron todas las promesas, aunque todavía, al rebufo de los aplausos y del eslogan de la salud es lo primero, en el Plan Reactivar Navarra se planteaba:

“Un sistema sanitario para proteger a las personas: reactivar Navarra desde la salud: Medida 78. La crisis de la pandemia del coronavirus ha puesto en valor la importancia de un sistema sanitario abierto, efectivo y con capacidad de proteger a las personas. La Comunidad Foral de Navarra apuesta por su actualización, ampliación y refuerzo, atendiendo a las nuevas realidades planteadas por la epidemia. Garantizará un presupuesto estable y eficiente, priorizando la provisión pública y la asignación y ejecución de presupuestos a las áreas de salud pública, atención primaria, inversiones e investigación, y controlando el crecimiento del gasto farmacéutico y de hospitalización”.

Lo que incomprensiblemente se acompañó, de hecho, con que el crecimiento del presupuesto del Departamento de Salud para 2022 apenas supusiera el 0,57%, siendo el menor crecimiento de todos los departamentos del Gobierno de Navarra y eso que estaban incluidas partidas extraordinarias para atender la pandemia y los fondos europeos destinados a inversiones tecnológicas y ladrillo sanitario. Ninguna evolución por tanto hacia el 6,5% del PIB prometido.

Una vez más quedaba claro que La salud es lo primero no pasaba de ser mera propaganda.

No cumplir el acuerdo de alcanzar este 6,5% del PIB, que nos aproximaría ligeramente a las inversiones en salud que realizan países de nuestro entorno con similares niveles de renta, tiene consecuencias catastróficas para nuestro sistema de salud público. En la actualidad, se evidencian claramente todas las debilidades e insuficiencias arrastradas desde los gobiernos de UPN que se vienen denunciando reiteradamente por las organizaciones defensoras de un sistema público de Salud fuerte y eficiente. La crisis de la covid no ha hecho sino mostrar y agudizar más este deterioro.

Si tomamos como referencia los últimos 10 años (2012 a 2022), haber dejado de destinar este 6,5% a los presupuestos de salud, algo que en mayor o menor medida todos los partidos políticos defienden, supone que nuestro sistema público de Salud ha dejado de financiarse durante todos estos años en más de 2.000 millones de euros, cantidad que supone casi el doble del presupuesto que se destina al Departamento de Salud actualmente. Como consecuencia de esto no nos debe extrañar el deterioro que sufre nuestro sistema de salud: demoras en la atención, precariedad laboral, déficit de profesionales, listas de espera desbocadas, conciertos sin control con centros privados, progresivo incremento de los seguros privados, etcétera.

Lo que resulta más grave es que una buena parte de este déficit de financiación afecta y ha afectado a los Servicios de Atención Primaria, y todo ello a pesar de las promesas incumplidas y los bla, bla bla consiguientes de “la Atención Primaria es lo primero”; en realidad, si nos atenemos a los hechos, su presupuesto nunca ha llegado a suponer el 14% del presupuesto total del Departamento de Salud, muy lejos del 20% prometido y del 25% deseable.

El acuerdo de legislatura comentado anteriormente dice: “Apostar claramente por la priorización de la Atención Primaria como eje del sistema sanitario, financiándola suficientemente caminando hacia el destino del 20% de los recursos del sistema”.

• Para revertir esta situación es necesario y urgente reforzar el sistema de salud público asignándole para 2023 un presupuesto de al menos 1.500 millones de euros frente los 1.261 millones de este ejercicio, necesarios para actuaciones urgentes e inmediatas y que no pueden retrasarse más.

• Se debe comprometer una financiación adecuada de la Atención Primaria, cubriendo el déficit histórico de este nivel de atención, asignándole al menos el 20% del presupuesto total del departamento de Salud, unos 300 millones de euros, destinados a recomponer sus estructuras, inversiones en nuevos centros con nuevas funcionalidades, refuerzo de plantillas, impulso de las acciones comunitarias, de salud pública y laboral, de promoción y prevención de salud, atención sociosanitaria...

• Es preciso que se garantice una estabilidad presupuestaria que no sea dependiente de los flujos extraordinarios de ingresos de fondos europeos, esperados en estos próximos años, como concluye el informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) Actualización del Programa de Estabilidad 2022-2025. Informe sobre ejecución presupuestaria, deuda y regla de gasto 2022. Comunidad Foral de Navarra de 15 de julio de 2022.

Por ello, y teniendo en cuenta que en la actualidad se están elaborando los presupuestos para 2023, pedimos a la presidenta del Gobierno, María Chivite, que, aunque “la economía sea ahora la protagonista de nuestro día a día” no se olvide de proteger a las personas y opte por una política claramente expansiva en los presupuestos del Departamento de Salud que hagan realidad las promesas de legislatura La salud es lo primero. Una política que satisfaga las reiteradas demandas de la ciudadanía que necesita y se merece un sistema público de salud de calidad, con una Atención Primaria como eje vertebrador del mismo.

En nombre de la Asociación para la Defensa de la Salud Pública de Navarra / Nafarroako Osasun Publikoaren Aldeko Elkartea