Harto de estar harto, ya me cansé de preguntar al mundo por qué y por qué, así comienza la canción titulada Vagabundear de Joan Manuel Serrat, escrita allá por el año 1971. Esta letra la he recogido para expresar el sentimiento de hartazgo y rechazo que me provoca, al igual que a la mayoría de los navarros, la instrumentalización que hacen determinados partidos políticos, llámese Ciudadanos, Vox y el Partido Popular, al que se une un actual y desnortado UPN, de ciertos temas sensibles relativos a esta comunidad foral. Noticias que previamente se han difundido a través de los medios de comunicación afines, la llamada caverna mediática, con gran estruendo en la capital del Estado. Ahora toca las esperadas desde hacía tiempo transferencias de Tráfico que llegarán a la Policía Foral de Navarra para el próximo 30 de marzo del año 2023; ya están los partidos antes mencionados lanzando bulos y noticias falsas como que la Guardia Civil se va de Navarra, que Navarra se vende al separatismo vasco, que el Gobierno Central cede al chantaje independentista, etcétera.

Se instrumentaliza a Navarra, haciendo de una cuestión menor una causa de Estado, con independencia de lo que piensa y decide la mayoría de los navarros

Navarra parece un caladero de votos, se montan unas manifestaciones parecidas a las de Altsasu, autobús, bocata y arreando que es gerundio; no puede faltar la foto para el resto del Estado para pescar votos en los próximos comicios, no importa si eso responde a la realidad o no, lo único importante es si es válido desde el punto de vista electoral; sirve para hacer campaña y basta: se instrumentaliza a Navarra, haciendo de una cuestión menor una causa de Estado, con independencia de lo que piensa y decide la mayoría de los navarros. Todos estos partidos jalean y proclaman unos discursos sesgados, caducos y anclados en el pasado, necesitados de una urgente actualización, si quieren responder a la Navarra de aquí y ahora. Basta escuchar el discurso encendido y anacrónico del diputado tránsfuga de UPN en las Cortes, García Adanero, así como las declaraciones de su colega, el Sr. Sayas, afirmando que con las citadas transferencias se quiere echar a la Guardia Civil de Navarra, para darse cuenta de que ambos están más preocupados por sus cargos –ya están negociando su incorporación al Partido Popular–, que por aportar algo útil a la sociedad navarra, a la cual representan.

Estos señores no se enteran, no solo no ha disminuido la presencia de la Guardia Civil en Navarra, sino que incluso ha aumentado. Se ha invertido la tendencia a la baja de efectivos tanto en la Guardia Civil como en la Policía Nacional que se venía arrastrando desde el año 2017, según declaraciones del delegado del Gobierno en Navarra, el socialista José Luis Arasti, el pasado día 12 de octubre. Por ello, en este año el número de efectivos de ambos cuerpos policiales ha alcanzado la cifra total de 2.242 efectivos, 661 policías nacionales y 1.581 guardias civiles, gracias al aumento de un 7,1 por ciento de las plantillas de ambos cuerpos, impulsado por el Ministerio del Interior del Gobierno socialista en los últimos años, según refiere el mismo delegado de Gobierno.

Tirando de hemeroteca y apuntando algunos antecedentes sobre el tema, diremos que la Policía Foral nace en 1964; la Diputación Foral reorganizó el Cuerpo de Policía de Carreteras, cambiando su denominación al de Policía Foral de Navarra y pasando a depender directamente del vicepresidente de la Diputación. Al mismo tiempo se aumentaron significativamente sus funciones, atribuyéndosele la competencia de regulación del tráfico (en colaboración con la Guardia Civil). Durante la década del año 2000, todos los partidos del Parlamento de Navarra estaban a favor de la transferencia completa de las funciones de tráfico al Gobierno de Navarra para que lo asumiera en exclusividad la Policía Foral. Y ya antes de esa fecha, en el discurso de investidura a la presidencia del Gobierno de Navarra, el postulante Sr. Juan Cruz Alli en el año 1991 ya reclamaba las competencias de tráfico además de las competencias penitenciarias. Más tarde, en el año 2002, su sucesor, el presidente Miguel Sanz, hacía exigencia parlamentaria propia de dichas competencias de Tráfico, reclamando al Estado su transferencia. Para ello, se propuso establecer una pasarela para todos los guardias civiles que prestasen la función de tráfico y que quisiesen permanecer realizando dicha función para que se integrasen en la Policía Foral

Históricamente, todos los gobiernos de Navarra han solicitado estas competencias, salvo en el año 2019, que UPN, integrado en la marca electoral Navarra Suma, se desmarca de dicha petición, seguramente que por consejo de sus socios electorales. Tras las elecciones del año 2019, el mando del Gobierno de Navarra pasó a la socialista María Chivite, y la exigencia de dichas competencias siguió siendo uno de los temas principales. Así mismo, la presidenta socialista explicó que el proceso sería progresivo (5 años) y que los agentes de tráfico tendrían tres opciones: ser reubicados a otras comunidades y seguir en el área de tráfico, ser trasladados a otras áreas dentro de la Guardia Civil en Navarra y ser integrados en la Policía Foral a través de una pasarela. La Ley de Policías del año 2018, aprobada por los partidos Bildu, Geroa Bai y PSN, ya contemplaba esta pasarela en caso de llegar las transferencias de las citadas competencias.

Con estos antecedentes, no se entienden las actuales declaraciones del Sr. Esparza en Twitter, que ha tildado el acuerdo como “el colmo de la desvergüenza”, salvo en clave electoral. El mismo añade, “Es un escándalo que el PSOE acepte echar a la Guardia Civil de Navarra”, ha dicho acusando a los socialistas de haber “cruzado todas las líneas para llegar al poder” y de “consentir la exigencia histórica del nacionalismo vasco”.

Está claro que lo que se ha normalizado en Euskadi y Cataluña, el despliegue de la policía autonómica y repliegue de la Policía Nacional y Guardia Civil, no ha sucedido aquí, en Navarra, ya que la derecha mediática todo lo manipula y de todo hace ruido, aunque todo revista y tenga visos de legalidad. Mientras tanto, el Gobierno foral no para de convocar año tras año plazas de Policía Foral dentro del Plan Estratégico de 2020-2023 de ese organismo, alcanzando este año la cifra total de efectivos aproximada de 1.166, sumando las 100 plazas convocadas en la OPE de este año.

A ese número sumen los efectivos de la Guardia Civil y Policía Nacional y saquen sus propias conclusiones. ¡Blanco y en botella!