O al menos esto es lo que parece que nos quiere transmitir el Departamento de Educación a las familias preinscritas para primero de Bachiller en las ramas de Ciencia y Tecnología y Humanidades y Ciencias Sociales en Alaitz BHI.

Después de campañas promoviendo la educación pública, llamándonos a las familias con hijos en edad de escolarizar a que optemos por la pública, pues parece que sí, pero no.

Cuando empezó la campaña de preinscripción para bachiller, acudimos a distintos centros en sus jornadas de puertas abiertas para informarnos de las opciones que ofrecían, ya que en nuestro centro (concertado), no teníamos bachiller, por lo que tocaba buscar centro nuevo para nuestra hija de 16 años.

Tras ver varios centros y sopesar las opciones que nos daban, los medios con que contaban y las sensaciones que nos transmitían, tanto a los padres como a la hija, optamos por Alaitz BHI por varias razones: un proyecto educativo sólido, un tamaño pequeño y familiar del estilo del centro del que venimos, que algunos de los compañeros y compañeras optaban por este centro (consideramos importante una red de apoyo en estas edades para entrar en un centro nuevo), y que por parte de la dirección de este centro se nos trasladó que históricamente no se quedaba nadie fuera, que habiendo dos líneas para estos bachilleratos, había cabida para todos.

Pues bien, no fue así. Una vez acabado el plazo de preinscripción, se nos convocó a una reunión en el centro para comunicarnos que desde el Departamento de Educación habían decidido cerrar una de las líneas.

Lo curioso del caso son los números: de 25 alumnos en 4º de la ESO que hay en Alaitz BHI, solo dos han asegurado que no siguen en estas líneas, lo que nos hace un total de 23 plazas a reservar, siendo 21 alumnos los que no han presentado preinscripción en otro centro. Y de preinscritos tenemos 30 alumnos que, cuando vimos la situación, 28 de ellos presentamos un compromiso por escrito y firmado de que sí o sí matriculábamos a nuestros hijos en Alaitz BHI. El argumento que daba Educación para quitar la línea (en ese momento, luego han ido cambiando) fue que, según sus estadísticas, de los preinscritos tan solo un 65% formaliza la matrícula; con nuestros números, la matrícula efectiva sería entre 49 y 51 alumnos, es decir un 96%, lo que da de sobra para 2 líneas de 25-26 alumnos, más los que pudieran venir de otros centros, es decir, nada de derroche público ni aulas masificadas. Sin embargo, lo que parece es un intento velado de que, ya que venimos de la educación concertada sigamos en ella, como si no tuviésemos derecho a pasar a la pública, en contra de los que ellos mismos promulgan.

Si miramos en el documento +200 medidas para el futuro de Navarra presentado por el propio PSOE, grupo al que pertenece el consejero de Educación, en la medida 53 dice: “Incrementar progresivamente el gasto público en educación acercándonos a cotas del 5% del PIB, garantizando una mejora similar en el gasto por estudiante. Este incremento de la financiación debe venir acompañado de mejoras significativas en la eficiencia y composición del gasto”; en la medida 66 dice: “Reducción de ratios referida siempre a cuestiones como la equidad, la autonomía y planificación educativa, la calidad, el modelo de gobernanza y la autonomía de los centros. Que no se circunscriba únicamente a la ratio alumnos/grupo, sino que potencie la innovación y el cambio educativo, una mejora de la equidad y el desarrollo de la profesionalidad docente y la autonomía de los centros”. Desde luego que con el recorte de un aula en el centro ni cumplen una, ni cumplen otra.

Y en estas estamos. Tras varios intentos de hablar con el director de Educación (Gil Sevillano), que por supuesto han sido infructuosos, ha considerado interlocutores válidos a todos los agentes implicados (dirección de Alaitz BHI, Apyma del centro, incluso Ayuntamiento de Barañáin) excepto al grupo de familias preinscritas y con riesgo, 20 de ellas, de quedarse fuera de su primera opción en una etapa educativa tan importante.

Nos hemos concentrado frente al Departamento de Educación, también sin respuesta.

Hemos hablado con casi todos los grupos políticos tanto del Ayuntamiento de Barañáin (con diferentes respuestas, desde lo más tibio al apoyo total), y con una parlamentaria de EH Bildu (único grupo parlamentario que nos ha recibido), de la cual contamos también con todo el apoyo, incluso con una pregunta el día de control del Gobierno en sesión parlamentaria.

Y ya nos queda el último cartucho antes de que salgan las listas de admitidos el próximo 26 de junio. El mismo día 20 de la sesión de control en el Parlamento, nos concentraremos de nuevo frente al mismo para intentar hacernos ver y oír de nuevo. La cita es a las 12.00 horas.

Lo que pedimos no es que se abra otra línea, sino que se mantengan las dos actuales, en un centro con los recursos humanos, materiales y espacio suficiente para contenerlas, puesto que así ha sido hasta ahora.

La autora es madre de una estudiante afectada