Hoy día 15 de marzo se celebra el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores. Recordamos y celebramos que, como ciudadanos, desde el prisma de consumidores y usuarios, tenemos unos derechos que nos protegen y garantizan nuestro bienestar.
No obstante, tal y como declaró el presidente de EEUU John F. Kennedy en la inauguración de este día: “Ser consumidor, por definición, nos incluye a todos. Somos el grupo económico más grande en el mercado, que afecta y es afectado por casi todas las decisiones económicas públicas y privadas... pero también el único grupo importante cuyos puntos de vista a menudo no son escuchados”.
Hoy podríamos secundar esta misma frase, si bien es cierto que hay un fuerte movimiento en la sociedad que clama por ser escuchado y porque se le dé verdadera importancia. ¡Cuántas veces nos han contestado los consumidores que la voz de los propios ciudadanos debería ser más tenida en cuenta!
Hoy en día en nuestra sociedad privilegiada y del bienestar son muchos los retos que se acumulan para poner en el centro al ciudadano desde el prisma de consumidores y usuarios: la dificultad del acceso a la vivienda para muchos jóvenes y menos jóvenes que desean empadronarse en nuestra tierra y vivir una vida digna. Urge la búsqueda de soluciones, que parece que pasan por la construcción de viviendas de distintas tipologías y por la rehabilitación de las ya existentes. El mantener una sanidad puntera y eficaz que permita su acceso a todos los que la necesitan en igualdad de condiciones, reduciendo los peligros que le acechan, como las listas de espera o la falta de médicos. Que la estabilidad de precios en el mercado de la luz o del gas no sea óbice para seguir creciendo en las políticas del medio ambiente, generando cada vez mayor conciencia en los ciudadanos para caminar hacia una sociedad más sostenible y eficaz en el uso de la energía.
Y para estos retos es necesaria la implicación de todos, que las diferencias políticas no lleven al traste buenas iniciativas de progreso y mejora, que las entidades financieras y grandes empresas aporten a la sociedad simplemente lo que reciben de la misma mediante activas políticas de responsabilidad social y ayudas. Que la pequeña y mediana empresa y autónomos, mayoría en nuestra comunidad, reciba el apoyo de la iniciativa pública para seguir creciendo y generando puestos de trabajo y riqueza; que los consumidores con economías medias, y especialmente los más vulnerables, reciban todo tipo de ayudas y apoyos para poder salir adelante y desarrollar una vida autónoma y digna.
Y a la vez, que los derechos de los consumidores, como son la claridad y la transparencia en los contratos, el acceso a unas tarifas justas y fijas o unas buenas garantías en el mercado se apliquen de forma natural y lógica, que no sea necesario reivindicarlos constantemente a través de los medios o de los tribunales.
Nuestra sociedad, hoy más que nunca, goza de enormes posibilidades económicas y bienestar para vivir de una manera más próspera y solidaria, sólo falta ordenarlas.
Ojalá un día como hoy sirva como revulsivo para emprender el camino hacia ese tipo de vida que todos deseamos. Feliz día del consumidor.
El autor es presidente de la Asociación de Consumidores de Navarra Irache