Los/as padres y madres denunciamos la situación que vivirán nuestro/as hijos/as de 2º de la ESO del colegio Atakondoa de Irurtzun en el curso 2025-2026.

Miembros de la comunidad educativa de Irurtzun nos hemos reunido para denunciar la grave situación que sufrirán nuestros hijos e hijas el próximo curso en el colegio Atakondoa. Hemos querido poner de manifiesto lo que le puede pasar a cualquier otro alumno de Navarra, pero desgraciadamente, pasará a los nuestros/as. La política educativa vigente y el último pacto vulneran los derechos más básicos de nuestros hijos e hijas.

Según los datos de que disponemos, 32 o incluso 33 alumnos y alumnas serán agrupados en una única aula, cuando la normativa educativa establece un máximo de 30 por grupo. Esta decisión ignora por completo las necesidades reales del alumnado y del profesorado.

Desde una perspectiva humana y como madres y padres, nos preguntamos con verdadera preocupación:

-¿Cuánto tiempo puede dedicar un profesor/a a cada alumno/a en una clase de 50 minutos con 33 estudiantes? Apenas 1,5 minutos por alumno. ¿De verdad creemos que eso es educación personalizada?

-¿Qué atención podrán recibir los alumnos con TDAH, dislexia o cualquier otra necesidad específica?

-¿Y la alumna proveniente de la UCE, cuyas crisis epilépticas se agravan en entornos de tensión? ¿Estamos preparados para proteger su salud?

-¿Tendrá tiempo el profesorado para abordar todos los conflictos que, con seguridad, surgirán por esta masificación? ¿O se verán obligados a tirar de partes disciplinarios y expulsiones como única salida? Una alternativa, valga decir, poco pedagógica.

-¿Cuánto tiempo podrá dedicar el/la tutora a conocer y acompañar a cada uno de nuestros hijos? ¿Con qué actitud emocional enfrentará el profesorado cada jornada? ¿Entrarán en el aula con ganas… o con tensión y frustración?

-¿Cómo se gestionará la convivencia de más de 30 adolescentes en un aula donde apenas hay espacio para moverse, donde la ventilación es deficiente, donde ni siquiera todos pueden ver bien la pizarra?

Además del perjuicio pedagógico evidente, esta decisión implica una situación física alarmante: aulas vaciadas de armarios para hacer hueco, hay menos de 1,7 m² por estudiante, riesgos ergonómicos y sanitarios, imposibilidad de circular entre las mesas…

Lo más doloroso es constatar que, una vez más, el Departamento de Educación solo ve números. Pero detrás de cada uno de esos números hay un alumno, una alumna… y una familia. Y todos ellos tendrán que afrontar una situación completamente injusta que para nada garantiza la calidad educativa que nuestros hijo/as merecen.

¿Dónde está la inversión que se merece el que será el futuro de Navarra? Por eso exigimos al Departamento de Educación que reconsidere esta planificación, desdoble el grupo y tome medidas para conseguir unas condiciones educativas dignas, humanas y seguras. Nuestros hijas/os no son cifras. Son personas. Y su educación no es negociable.

Firman esta carta: Irantzu Osinaga Lizarraga, Eva Beloqui Querejeta, Héctor Cantera Urbiola, Josean Blanco, Miriam Ongay, Inma Serreno Quesada, Jorge Juanicorena Marin, Sorne Lerin Ugarte, Miren Olaetxea Mikeo, Goizargi Navarro, Oskar lizarraga, Sonia Altuna Antolín, Emilio Zunzarren Echarte, Miguel Erice Juango, Amaia Arbilla Erro, Jessica Fernández Díaz, Javier Martínez Antolín, Xanti Etxarri Etxegia, Miriam Aranzadi Barberia, Izaskun Ayanz Arias, Iosu Maestre Bello, Sandra Cobos Subiza, Leo Rodríguez Álvarez, Ana Isabel Fernández Gutierrez, Mercedes Villegas Romero, Rocío Aquino Aparicio, Nekane Razkin Lasa, Rubén Moral Diez de Ulzurrun, Hassan Mourad, Ghita Mourad, Cristiana Ose Mateo, Diego Beraza Ameztegu, Saioa Perurena Ortolaiz, Alex Saralegi Díaz, Ana Osinaga Cobos, Miryam Moreno Cano, Oihana Santesteban Mariñelarena, Jon Zabaleta Ulayar, Fermín Idareta Goldaracena, Beatriz Solano Macho, Diego Iribarren López y Unai Osacar Izco Madres y padres del alumnado de 2º ESO del CP Atakondoa de Irurtzun