Etxera en los Sanfermines más solidarios
Si hay algo que define a los Sanfermines, es su carácter participativo, el protagonismo de la gente. Por encima de programas oficiales, ritos y costumbres más o menos establecidos, es la gente la que hace y la que vive la fiesta, momentico a momentico, desde el Txupinazo inicial hasta el Pobre de Mí final. Y así, cuando a la gente se le da la oportunidad no sólo de opinar sino también de decidir, es cuando sale una y otra vez a flote ese corcho que es reflejo de las mejores esencias de las gentes de Iruñea. De esa Iruñea alegre y rebelde que Martín Villa y sus secuaces quisieron escarmentar en aquel trágico 8 de julio de 1978 y que, cuarenta y siete años después, ha decidido marcar con las palabras solidaridad y convivencia dos de los hitos más importantes de la fiesta.
Nos referimos, claro que sí, al resultado de las dos consultas populares habidas en Iruñea para decidir tanto el cartel anunciador de los Sanfermines como el lanzamiento del txupinazo. Vaya por delante, faltaría más, que el resultado de estas consultas no desmerece lo más mínimo los méritos de las candidaturas no ganadoras. Lo que queremos resaltar aquí es la honda sensibilidad comunitaria y solidaria de la ciudadanía de Iruñea, que, en ambos casos, en base a realidades diferentes, ha optado por causas que traen la convivencia al centro de la fiesta. Causa de urgencia vital evidente la necesidad de clamar por el fin de la masacre que está padeciendo el pueblo palestino. Y causa importante también la de visibilizar esa parte de la fiesta que muchas veces permanece oculta y que, sin embargo, es exponente de su identidad. En la explicación del cartel titulado Hogar pamplonica, su autora hace una similitud entre el cuidado, la rutina y la convivencia, asociados a tender la ropa, con la acogida, la calidez y el sentido de comunidad. “Porque nuestras fiestas son un lugar donde todo el mundo, sea de aquí o venga de fuera, se siente arropado, bienvenido, en casa”.
Sirva esta introducción para contextualizar el sentido que adquiere en este momento histórico la necesaria reintegración en la vida social de Iruñea de las personas que siguen presas por motivaciones políticas. No nos cansaremos de repetir que todas estas personas debieran encontrarse ya en sus hogares si se aplicara de forma ponderada y justa la legislación penitenciaria vigente. Llevan ya largos años en prisión, cumplen desde hace tiempo los requisitos establecidos por la ley para acceder a regímenes de cumplimiento abiertos (100.2 tercer grado, libertad condicional…). Su permanencia en prisión sólo se explica por la obsesión por mantener una política de excepción que busca cronificar, eternizar, un problema político que ya ha causado demasiado sufrimiento a todas las partes.
La vuelta a sus hogares de estas personas todavía presas supondría un paso de gigante en la normalización política de nuestra sociedad. No está de más recordar que fue precisamente la aparición en la plaza de toros de una pancarta con el lema “Amnistía” el momento elegido por la Policía para activar la operación de castigo a Iruñea que acabó con centenares de personas heridas y causó la muerte de Germán Rodríguez. Que cuarenta y siete años después haya personas presas por motivaciones políticas sigue siendo un factor que, además de provocar un sufrimiento injusto a muchas familias, perturba el normal devenir de la vida social y la convivencia de nuestra ciudad.
Por todo ello, llamamos al pueblo de Iruñea a movilizarse también en Sanfermines por la vuelta a sus hogares de los y las presas, exiliadas y deportadas vascas. Etxera!
Firman este artículo: Mikel Mundiñano Larraza (Sareko kidea) y Leire Eraso Usoz (Unica Peñaki kidea)