Recientemente me dirigí a usted para solicitar su amparo institucional como representante de 52 adjudicatarios de vivienda protegida en la promoción Residencial Maristas II. Como ya le trasladé, hemos sido arrastrados a asumir una condición que jamás nos correspondía: la de promotores de un proyecto de vivienda protegida, a través de una figura jurídica que no elegimos de forma libre e informada. Afortudamente para la ciudadanía navarra esta situación no va a volver a repetirse, puesto que la fórmula de la cooperativa queda expresamente prohibida para vivienda protegida en la recién aprobada modificación de la Ley Foral 10/2010, del Derecho a la Vivienda.
Sin embargo, nuestra situación es desesperada. En nuestro caso, la gestora Grupo Arrasate, que ha actuado como promotora encubierta —tal y como reconoció la consejera Alfaro—, se ha valido de nuestra necesidad de acceder a una vivienda para canalizarnos hacia una cooperativa, separando las dos promociones de Maristas, libre y protegida, para maximizar su beneficio y eludir su responsablidad. En ese proceso, se nos ocultaron deliberadamente los posibles sobrecostes, las responsabilidades y las consecuencias legales que implicaba la fórmula de la cooperativa constituida por personas adjudicatarias de vivienda protegida que, repito, queda prohibida a partir de ahora. Nuestra confianza en un proceso supuestamente regulado y supervisado por el Gobierno de Navarra nos impidió siquiera imaginar que acabaríamos asumiendo todos los riesgos y cargas empresariales, sin tener ningún tipo de control sobre la promoción.
Hoy me veo en la obligación de reiterar nuestra llamada de auxilio. El pasado 25 de junio de 2025, la Cooperativa, con el fin de poder formalizar el préstamo promotor, sometió a votación una propuesta de financiación en la que se exige como condición una garantía en forma de aval mancomunado por parte de los socios. Esto implica que personas adjudicatarias de vivienda protegida, con recursos económicos limitados, seríamos quienes responderíamos con nuestro patrimonio personal en caso de que la Cooperativa no pudiera hacer frente al préstamo si la promoción saliese mal. Afortunadamente, el resultado de la votación fue negativo a este nuevo atropello, con el resultado de que la promoción no cuenta con el préstamo promotor que necesita.
Reiteramos por, todo ello, nuestra solicitud de amparo y protección. Les pedimos que hagan valer, de una vez por todas, la Ley Foral de Vivienda, que debió habernos protegido también a nosotros. Solo queremos nuestras viviendas, pagar lo que corresponde por ellas y seguir adelante.
En representación de un grupo de adjudicatarios de la Promoción Residencial Maristas II