Pamplona no es una ciudad insegura, pero la seguridad nunca puede darse por supuesta. La seguridad no se garantiza con discursos alarmistas ni con titulares de miedo, sino con gestión, rigor y responsabilidad.

Nuestra ciudad cuenta con una ciudadanía comprometida y unos cuerpos policiales eficaces y profesionales. No hay libertad ni bienestar sin seguridad, y por eso apostamos por una gestión responsable, preventiva y cercana, basada en la confianza vecinal y la cooperación institucional. La seguridad requiere gestión constante y no puede convertirse en un campo de batalla política ni en un instrumento de división y enfrentamiento.

Queremos una seguridad preventiva, cercana y basada en la confianza vecinal, que refuerce la policía de proximidad y priorice la coordinación con los barrios. La seguridad no se construye desde un despacho, se construye en la calle, escuchando a la ciudadanía, con presencia y con empatía. La coordinación entre los distintos cuerpos –Policía Municipal, Policía Foral, Policía Nacional y Guardia Civil– es clave para lograr una actuación conjunta, planificada y eficaz.

Ante la aparición de asentamientos irregulares, el grupo municipal socialista ha solicitado una reunión urgente con el concejal de Seguridad Ciudadana. No podemos mirar hacia otro lado: pedimos al área de seguridad ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona que trabajen en la apertura de expedientes de disciplina urbanística a los locales habitados sin licencia, el control y seguimiento de los edificios municipales okupados –como Agustinas o Casa Arraiza– y, si fuese necesario, la convocatoria de la Junta Local de Seguridad Técnica. La seguridad real se construye desde la cooperación institucional, desde la coordinación entre policía, servicios sociales y barrios, no desde el miedo o el enfrentamiento.

Hablamos de seguridad, sí. Pero una seguridad sin estigmas ni criminalización. Una seguridad firme pero justa. La seguridad no se mide por el origen de las personas, sino por la capacidad de una ciudad para garantizar derechos y convivencia a todos sus vecinos y vecinas. Pamplona es una ciudad diversa y solidaria. Su fortaleza radica en la convivencia, y esa convivencia se protege con políticas serias y responsables.

Por eso defendemos el Plan de Seguridad y Convivencia 2025–2028 como una herramienta esencial para consolidar una visión integral de la seguridad: una seguridad que no se limita a la presencia policial, sino que abarca también la prevención, la mediación, el urbanismo, los servicios sociales y la educación cívica.

Pamplona es una ciudad segura, abierta y orgullosa de su diversidad. Mantenerla así exige liderazgo, transparencia y cooperación. La seguridad y la convivencia son dos caras de una misma moneda, y solo desde la responsabilidad y el compromiso común podremos garantizar ambas.

El autor es concejal del PSN-PSOE en el Ayuntamiento de Pamplona