Desde que Osasuna ascendiera a Primera, el mercado invernal no ha sido precisamente un espacio en que el conjunto navarro se haya movido con intensidad. Sin mucho dinero es complicado acudir a un ámbito en el que la urgencia no rebaja los precios y en donde la necesidad empuja, pero no es sinónimo de acierto. Aun con ello, en un par de campañas sí se produjo en Osasuna una llegada apreciable de futbolistas -nunca más de tres- y en otras seis, a nadie se fichó de fuera para afrontar la segunda fase del campeonato. La cesión de futbolistas, de todos modos, ha sido el método más utilizado para adquirir jugadores. De hecho, desde que Osasuna ascendió a Primera, sólo cinco jugadores fueron fichados en el periodo invernal y, por contra, la norma con los cedidos es que cumplieron el periodo de préstamo y regresaron a sus lugares de orígenes.

En la primera temporada con los grandes tras el ascenso, Osasuna sí utilizó este momento para incorporar futbolistas. Gerardo García León, cedido por el Valencia; Llorens, a préstamo por el Atlético de Madrid, y Leonel Gancedo, fichado del River Plate, tuvieron un papel destacado para lograr la permanencia.

Los futbolistas cedidos se marcharon en junio tras cumplir el periodo de estancia con un rendimiento apreciable. Gerardo jugó diez encuentros de Liga y anotó dos goles; mientras que Llorens disputó 19 encuentros.

El Pipa Gancedo, futbolista brillante entonces, disputó 21 partidos y marcó dos tantos. El medio punta argentino prolongó su estancia en Osasuna hasta junio de 2003 con un rendimiento más irregular, pero llamativo.

tres con aguirre No hubo movimientos en el inicio de 2002 y sí un año más tarde. Con Javier Aguirre al frente del equipo en su primera temporada, el mercado invernal 2002-2003 fue aprovechado por el mexicano para ajustar unos cuantos frentes -también llegaron tres nuevos hombres- y, sobre todo, incorporar a algunos futbolistas con papel protagonista en campañas posteriores.

Christian Manfredini fue un fichaje curioso. Cedido por el Lazio -tras haber estado antes en la Fiorentina-, el italiano de origen marfileño era un futbolista con clase, experto, de nivel, que disputó once encuentros de Liga desde su llegada en enero, tiempo suficiente para anotar un gol vital: el de la victoria ante el Real Madrid en El Sadar (1-0) -Michel Salgado le sigue buscando en aquel partido-.

También llegó en invierno Valdo, aunque su buen rendimiento en este periodo a préstamo hizo que fuese fichado. En su tiempo de recién llegado jugó 13 encuentros de Liga y marcó un solo gol. La curiosidad y la coincidencia de marcadores hicieron que ese tanto, anotado en Valladolid, dio la permanencia con varias jornadas de adelanto. Valdo estuvo en Osasuna hasta junio de 2007.

El tercero en venir en el primer invierno de Javier Aguirre fue Richard Morales. El altísimo Chengue, fichado del Nacional de Montevideo, llegó creando dudas acerca de su fama de goleador por jugó 14 partidos de Liga y 5 de Copa y se quedó a cero en cuanto a acierto. Siguió en Osasuna hasta junio de 2005.

cinco años después Desde aquellos tres, el conjunto navarro estuvo sin acudir al mercado invernal cinco años, hasta que en enero de 2008 llegó Martín Astudillo cedido por el Alavés. El argentino cumplió de sobra durante los cuatro meses que estuvo en Osasuna y respondió a la expectativa de inclusión inmediata en la dinámica del equipo. Jugó 13 encuentros de Liga y anotó un gol.

En el invierno de la temporada 2008-09, con Camacho en el banquillo, Antonio Hidalgo recaló en Osasuna cedido por el Zaragoza. El centrocampista jugó 12 encuentros, pero sólo en cinco oportunidades salió en el once titular.

Sergio Fernández, el defensa, también llegó próximo al periodo invernal de fichajes -en noviembre-, pero lo hizo por la grave lesión de Roversio y la siguiente del canterano Molo. Sergio ocupó la ficha que dejó el brasileño, fue titular esa temporada y ahora lo sigue siendo.

En el invierno de este año han llegado Coro (cedido por el Espanyol) y Cejudo (fichado de Las Palmas) y en la temporada pasada se recuperó a Ion Echaide, cedido a principio de temporada al Huesca -jugó un partido de Liga y otro de Copa antes de regresar de nuevo en este campeonato al equipo oscense-.

el prolegómeno de segunda Antes de los fichajes invernales en Primera, Osasuna ejemplificó en la última temporada en Segunda lo que es el tino en la contratación. Llegaron entonces dos futbolistas, pero con Iván Rosado se acertó de pleno. Ángel Luis Camacho llegó a Osasuna a finales de diciembre de 1999, reclamado por Lotina, que contó con él en su estancia en el Numancia. El centrocampista canario disputó 19 partidos de Liga, cinco de Copa y eso le permitió seguir un año más en Osasuna, en Primera.

Iván Rosado fue la otra adquisición de Osasuna en el mercado invernal de aquella campaña, la 1999-2000. Su concurso fue fundamental para lograr el ascenso, ya que en 21 partidos de Liga marcó 11 goles. Siguió en Osasuna y tiene en su historial el ser uno de los máximos realizadores rojillos en un año en Primera, con 14 goles.