PAMPLONA. El atacante iraní de Osasuna, Masoud Shojaei, recibió ayer por la mañana el alta hospitalaria. El jugador abandonó la Clínica San Miguel de Pamplona y ya se encuentra en su domicilio, lugar donde comenzará una fase aún inicial de su recuperación, ya que deberá permanecer con inmovilización de su pie durante cuatro o cinco semanas.
Tras la operación a la que fue sometido el pasado 5 de abril por la fractura del quinto metatarsiano de su pie izquierdo se lesionó en el encuentro ante el Atlético de Madrid del día 3, Masoud sufrió una infección postoperatoria por lo que el pasado 31 de mayo se procedió a retirarle el material de osteosíntesis de la primera intervención el clavo con el que se trató la rotura y se le colocó un injerto autólogo propio. Al tratarse de una lesión de unos tres meses de baja la sufrió con anterioridad en Osasuna Hugo Viana, por ejemplo, y esta campaña el nuevo fichaje procedente del Numancia, Ibrahima, Masoud iba a estar recuperado para empezar la pretemporada con el resto del equipo el próximo 12 de julio, pero debido a la infección postoperatoria cambia la fecha de regreso y sufre un serio revés, ya que se pierde la pretemporada completa.
Aunque los servicios médicos del club no ofrecieron un tiempo de baja, para Masoud supone empezar de cero con un nuevo plazo de recuperación de tres meses, con lo que no estará disponible para José Luis Mendilibar para el primer partido de la próxima temporada. Si estos plazos no se alteran y todo discurre con normalidad, el atacante iraní podría estar listo para jugar en el mes de octubre. La baja médica de Masoud significa que Mendilibar comenzará la temporada con un hombres menos para una demarcación en la que, en estos momentos, no se anda sobrado de efectivos. Masoud firmó durante esta convalecencia el contrato de renovación para los dos próximos años.