PAMPLONA. Ariete atlético, delantero de pura raza, se convirtió en un ídolo de la afición rojilla de aquellos tiempos y su fama se extendió a generaciones posteriores. Muy vinculado a la vida pamplonesa por distintos negocios, siempre resultó un referente por estilo y goles.La conducción será mañana, desde las 10.15 horas, al cementerio de Pamplona y el funeral, el lunes a las 19.30 horas en la iglesia de San Saturnino.
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