pamplona - La Fiscalía ha presentado escrito de acusación contra once procesados, de entre 22 y 40 años y que entiende que forman parte de El Grupo, un colectivo dentro de Indar Gorri pero con un propósito distinto, por los delitos de pertenencia a grupo criminal y de conspiración para cometer delitos de lesiones, para los que reclama dos años de prisión e importantes multas (de entre 3.600 y 6.000 euros). Asimismo pide que se archive la acusación contra otros diez procesados en los que el juez sí apreciaba indicios de responsabilidad criminal que el Ministerio Público entiende que no son suficientes para mantener una acusación en el juicio. El instructor ya dejó fuera de la causa a otros once investigados.

El Ministerio Fiscal relata que los encausados constituyeron un grupo singularizado dentro de Indar Gorri que tenían como fin “cometer de forma concertada y estable hechos delictivos que pudieran alterar la paz pública” sobre todo desde 2015. Así, se les acusa de quedar con el fin de agredir a grupos ultras de otros equipos “para obtener un respeto de los demás grupos radicales”. La Fiscalía describe que los acusados, uno de los cuales tiene al menos dos sentencias condenatorias por lesiones, para conseguir un propósito ajeno a lo que es la animación de Osasuna, tenían sus propias normas escritas de funcionamiento y de asignación de papeles, tales como que cuando “acudieran para enfrentarse violentamente a los grupos rivales no debían llevar efectos personales encima, tenían que limitar el número de coches con los que desplazarse, no crear disturbios previos, mantener la disciplina, avisar a un móvil concreto... Asimismo, dos procesados eran los encargados de proveer de palos u otros objetos contundentes a los demás para sus fines lesivos”. Así, planificaban los desplazamientos del grupo a feudos rivales, donde llevaban coches lanzadera, hacían examen previo de la zona y asimismo se hacía cuando los grupos rivales visitaban Pamplona, reuniéndose previamente para planificar las acciones o desplegar vigilancia. Así, el escrito, la Fiscalía detalla varios viajes que basan su acusación:

- 8 de noviembre de 2015, Elche: Decidieron desplazarse al partido de Osasuna para agredir a ultras del Jove Elx para que uno de los líderes del grupo actuó como interlocutor con un aficionado ultra ilicitano. Así, trataron de formar un numeroso grupo de desplazados por Whatsapp, que viajaron en 8 vehículos, hicieron turnos de vigilancia en torno al estadio pero no materializaron su acción violenta por el dispositivo policial.

- 2 de diciembre de 2015, Logroño: Con motivo de un partido de Copa entre Logroñés y Sevilla, cuyos grupos de ultras respectivos, Viejo Fondo y Biris Norte, los primeros enfrentados con Indar Gorri y los segundos hermanados con Indar Gorri. Los acusados planearon viajar para agredir a los hinchas del Logroñés. No pudieron conseguir su propósito al existir un fuerte dispositivo policial.

- 19 de diciembre de 2015, Soria: Pretendían protagonizar altercados violentos con los Giovanni Ultras, aficionados del Numancia, e incluso organizar una quedada con ellos. Fueron a Soria en coches particulares pero no consiguieron su propósito debido a la intensa presencia policial.

- 26 de diciembre de 2015, Barcelona: Varios procesados se desplazaron a Barcelona para el encuentro entre las selecciones de Euskadi y Catalunya. Viajaron al margen de Herri Norte (Athletic) al haber roto relaciones con ellos. Acudieron sin entradas y, tras enviar a coches lanzadera para reconocer la ciudad, aparcaron en un lugar alejado para tener una fácil salida de la ciudad. Según la fiscal, anduvieron a pie por Sants para buscar aficionados de Herri Norte guiados por uno de los procesados, que monitorizó redes sociales y chats para localizar a Herri Norte. No se materializó el enfrentamiento por la presencia policial y la poca predisposición de otros hinchas. No fueron al partido.

- 16 de enero de 2016, visita del Oviedo: Planificaron la estrategia a seguir con ocasión de la visita del grupo Symmachiarii, ultras del Oviedo. Así, hicieron vigilancia en Zuasti y Zizur, como posibles lugares de acceso, hicieron una barrilada en un bar habitual para despistar a la Policía mientras el grueso del grupo se desplazaba a otros puntos estratégicos de la ciudad. Antes, habían mantenido contacto telefónico con un hincha de Juventudes Verdiblancas (Racing), que intermedió con un líder ultra del Oviedo. Para coordinarse, adquirieron cuatro teléfonos ese mismo día y los pusieron a nombre de una tercera persona, que había perdido su DNI en 2013. A pesar de todo lo planificado, no hubo tampoco enfrentamiento dado el control policial que embolsó a los aficionados rivales.